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La Corte Suprema de Justicia le entregó al juez Eugenio Zaffaroni una medalla en reconocimiento por su labor en el máximo tribunal. Lo hizo durante el brindis tradicional que se hace con los empleados del Palacio de Tribunales. Zaffaroni, que dejará a fin de mes su cargo, agradeció a sus colegas la “paciencia” que tuvieron con él porque se definió como “un tipo extremadamente molesto”.

El presidente de la Corte Ricardo Lorenzetti, y los ministros Elena Highton y Juan Maqueda, le entregaron en el Patio de Honor del Palacio la medalla a Zaffaroni. “Deja la Corte porque cumple la edad conforme siempre lo anunció pero no nos dejará a nosotros”, dijo el juez Lorenzetti antes de darle la medalla y después lo comprometió a que “siga viniendo y nos visite con mucha frecuencia”.

Zaffaroni hizo un rápido repaso de su carrera en la Justicia. “Se cierra una etapa en mi vida que empezó, no hace once años, sino hace 45 años cuando me nombraron juez del tribunal oral de Villa Mercedes en San Luis” y contó que después de que pasaran algunos años “inesperadamente llegué aquí”. “Nunca había estado en una función tanto tiempo, salvo en una cátedra”, aclaró.

Calificó de “interesante” su paso por el máximo tribunal del país y aclaró que “la mayor parte de este tiempo tuvimos la Corte de siete ministros” que “éramos y somos muy distintos” y lo “maravilloso de esto es que nos respetamos y nos hicimos amigos”.

“Hemos logrado algo que es una especie de milagro de convivencia o de coexistencia en nuestra nación”, dijo y promovió que ese “espíritu se pueda extender de esta institución a otros poderes, a la política de nuestro país”.

“Les agradezco no solo esta medalla, sino la paciencia que me han tenido porque reconozco que soy un tipo extremadamente molesto”, dijo riéndose mientras lo aplaudían.  El próximo 30 de diciembre, el día previo a que se efectivice la renuncia de Zaffaroni, el máximo tribunal realizará el último acuerdo del año con esta integración.