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El juicio por el secuestro de Leonardo Bergara, ocurrido a fines de 2008, terminó con una sentencia que dejó libres a los cinco imputados y pidió la investigación de cuatro policías que intervinieron en la causa y el juez que la instruyó. Durante el debate judicial se dejó constancia de la participación de la bonaerense en el caso.  Leonardo Bergara fue secuestrado cerca de su casa en Ranelagh, al sur del conurbano bonaerense, el 22 de diciembre de 2008 y liberado treinta y dos días después. El caso tuvo, desde el principio, aristas llamativas como el pago del secuestro en un médano de Pinamar, durante la madrugada y en plena temporada estival y que Bergara apareció en la casa de un comisario en El Pato.

Ahora se conoció el fallo del  Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata que absolvió a los cinco acusados del secuestro y ordenó investigar al juez de instrucción de la causa, Luis Armella, y a cuatro policías de la bonaerense por “presunta comisión de delitos de acción pública”. Todos los policías que deberán ser investigados siguen en funciones y durante ese mismo período, fueron ascendidos.

La sentencia del tribunal platense, integrado por los jueces Carlos Rozanski, Pablo Jantus y Pablo Vega, benefició a los imputados José Luis Pardini, Jesús María Fernández, Claudio Héctor Moyano Carrizo, Jorge Luis Demarttino y Silvia Lorena Gómez, que habían sido juzgados por los delitos de privación ilegítima de la libertad, violación de domicilio, robo agravado y secuestro extorsivo agravado. El tribunal también ordenó que se investigue al juez federal de Quilmes, Luis Armella y a cuatro policías de la departamental de esa localidad bonaerense que participaron de la investigación: Comisionado Carlos Greco, Comisario Ricardo Pizarro, Capitán Hugo Ortega y Capitán Olasagarre.  La Cámara Federal de La Plata deberá ordenar ahora que un  juzgado federal investigue  la “presunta comisión de delitos de acción pública”.

El secuestro 

Leonardo Bergara se acuerda con una memoria eidética lo que vivió durante cada uno de los treinta y dos días que estuvo secuestrado. Y eso quedó claro con el testimonio que brindó ante los jueces del Tribunal. Los lugares a los que lo llevaron, el trato de sus captores, los caminos por los que lo trasladaron, las palabras que le dijeron. “Su memoria es impresionante”, dijo a Infojus Noticias una fuente judicial que presenció el debate.

La noche del secuestro los captores también se llevaron a su esposa, Analía Alvarado. La liberaron un cuarto de hora más tarde, en la localidad de Bosques. Poco después comenzaron a llamar a Gustavo, el hermano de Bergara. En el breve trayecto que hizo Analía junto a los secuestradores alcanzó a ver que tenían pasamontañas y chalecos de policía. Ellos le hicieron saber que conocían al hermano de su marido que era empresario y quien esperaban que pagara el secuestro.

Durante el debate judicial Leonardo también recordó que desde la noche en que se lo llevaron él se sintió “cuidado por profesionales”. Y que, también, desde el primer momento sospechó de la participación de la policía en su secuestrado.

Unos días antes de que ocurriera el secuestrado, el policía Ricardo Pizarro (hoy Comisario) se acercó a Gustavo Bergara a través de un amigo en común. Después se instaló en su casa  para seguir las negociaciones con los captores.  “También lo acompañó a pagar el rescate a Pinamar, el lugar elegido por los secuestradores para dejar el dinero. Y después de la liberación, también llevaba a Leonardo a hacer los reconocimientos, aun cuando ya no trabajaba en la departamental de Quilmes”.  Un dato que no pasó desapercibido para las autoridades del tribunal fue que los captores llamaban a los teléfonos de la policía, no de Bergara. Leonardo explicó durante el juicio que ese y otros policías tenían datos sobre las propiedades y vehículos de su familias.

“Gustavo fue el verdadero blanco del secuestro, porque era el que podía hacer frente al pedido de los captores por la vida de Leonardo”, dijo a Infojus Noticias, la misma fuente.  

Durante los días de cautiverio los captores a Leonardo lo trataban bien, le decían que se quedara tranquilo, que no le iban a hacer nada, que apenas su hermano pagara, él iba a ser liberado. A Gustavo le decían que pagara, que iba a recibir una oreja de su hermano, que se lo iban a devolver en un cajón o que iba a aparecer en un zanjón. Este mes, cuatro años y medio después de su secuestro, Leonardo pudo sentarse en los tribunales de La Plata y relatar esos días. Gustavo, no. Desde que terminó el calvario que vivió junto a su familia tiene secuelas psiquiátricas.

El 23 de enero de 2009, en plena temporada estival, los captores eligieron la localidad de Pinamar para que Gustavo Bergara pagara 230 mil dólares y llevara joyas para que liberaran a su hermano. Dejó todo en medio de la madrugada, en el parador “Más allá”. Desde entonces y por más de 24 horas vivió los peores momentos. Con el pago hecho, Leonardo no aparecía.

La tarde del 24 de enero unos gritos desesperados rompieron la tranquilidad de El Pato. Era Leonardo pidiendo auxilio desde el interior de una casa. Los vecinos dieron aviso a la policía.

“La casa de El Pato es de un comisario. Leonardo dijo que cree que ahí fue “plantado”. Esa es su sensación. Y lo que fue llamativo es que ahí cambiaron la modalidad del secuestro. A diferencia de los otros días, ahí lo dejaron solo, sin nadie que lo cuidara o lo alimentara.  Estuvo un día hasta que empieza a gritar y llegó la policía”, explicó la misma fuente a Infojus Noticias.

El juicio 

Los días del juicio dejaron más dudas que certezas. Y la sentencia dejó en jaque al juez Armella y a los cuatro efectivos de la bonaerense.   “No había pruebas que vincularan a las personas detenidas al secuestro. Las pruebas que venían en la elevación a juicio, eran muy superfluas. Y durante el transcurso del debate no se produjo ninguna prueba que pudiera vincularlos. Por el contrario, dio la sensación de que la vinculación venía por la propia policía. La victima dijo en el debate que sospechaba que había vinculación entre la policía y su secuestro. Un detalle trascendente fue que la policía lo obligó a reconocer una casa en la que él sabe que no estuvo. Se ordena investigarlos por todo lo que surge en el juicio oral, muy distinto con lo que se investigó”, explicó a Infojus Noticias una fuente cercana a la investigación.

Los magistrados consideraron que en esa investigación "no sólo no hubo un plexo probatorio que permita echar luz sobre los verdaderos autores del hecho, sino que ha llevado a que la mayoría de los imputados permanezcan privados de su libertad por más de cuatro años", se señala en la sentencia.

“La prueba objetiva producida en el debate, arroja circunstancias por demás curiosas que lejos de conducir a atribuir responsabilidad a los encausados generan una seria presunción sobre la participación de funcionarios policiales en el evento, tal como lo coligió el damnificado Bergara”, se agrega en el escrito al que tuvo acceso Infojus Noticias.

“El propio Leonardo aportaba datos o líneas investigativas, explicando donde creía que había estado y Armella nunca mandó a allanar esos lugares”, agrega la fuente a Infojus Noticias.

 “Al inicio del hecho, ha quedado establecido que los secuestradores estaban acompañados, recibiendo apoyo de un móvil policial que los seguía a unos cien metros; los secuestradores se comunicaban telefónicamente con los investigadores. Bergara fue dejado en la casa de un policía, que aparentemente nada tenía que ver con el hecho, pero que aparece como un claro mensaje mafioso”, se señala en la sentencia.