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Alejandra Monteoliva, ministra de Seguridad de la provincia de Córdoba dijo en una entrevista que los nueve policías procesados, ocho de ellos detenidos, por el llamado “narcoescándalo” son inocentes. Al mismo tiempo, se conoció una foto en la que se la ve sonriente con uno de ellos en un curso en Colombia sobre políticas para combatir el narcotráfico.

Monteoliva asumió al frente del ministerio a raíz de la renuncia de Alejo Paredes cuando se se conoció públicamente que la policía hacía acuerdos con narcotraficantes. Sin embargo, Monteoliva sostuvo en una entrevista concedida al diario la Voz del Interior, que desconoce la existencia de un “narcoescándalo”. También proclamó la inocencia de los nueve policías imputados, de los cuales ocho están en prisión.

El periodista Dante Leguizamón, del multimedio de la Universidad Nacional de Córdoba, difundió una foto en donde se ve a la ministra abrazada al comisario Gustavo "El Huevo" González, ex jefe de inteligencia de Drogas Peligrosas, detenido en el penal de Bouwer desde el pasado lunes 5 de noviembre, en el marco de la causa que instruye el fiscal federal Enrique Senestrari. Los uniformados están imputados del delito de asociación ilícita, junto al civil Juan “El Francés” Viarnes, un agente encubierto ilegal que prestó servicios para Drogas Peligrosas, y luego los denunció.
“Cuando se compruebe lo que realmente sucedió–afirma la funcionaria–, no sé con qué cara vamos a mirar a los que hemos culpado con tanta severidad, a los que hoy están detenidos y hemos tildado como narcopolicías”.

De acuerdo con la información publicada, Monteoliva compartió numerosos cursos de formación con los policías detenidos en el marco del “proyecto de seguridad” del gobernador José Manuel De la Sota, que tuvo al frente del ministerio al ex jefe policial Alejo Paredes.

De formación técnica, y admiradora de las políticas antinarcóticas asumidas por los gobiernos colombianos, Monteoliva se formó bajo la custodia de Paredes, y fue su reemplazante cuando este tuvo que dejar la cartera, en medio del escándalo. Como parte de ese proyecto, compartió diversos espacios de formación con altos mandos policiales en distintos países.

“De hecho los imputados Rafael Sosa, ex jefe del área, y Gustavo "El Huevo" González (foto), ex jefe de inteligencia de la misma división, compartieron con la ministra sendos cursos de capacitación en el exterior para combatir el narcotráfico. Rafael Sosa asistió a un taller de casi dos meses en Colombia del que tenía que rendir el examen final justo en la fecha en que fue detenido. Su jefe de inteligencia, uno de los mimados de Monteoliva, tuvo más suerte a la hora de viajar. Se capacitó en Colombia, Chile y Ecuador. En este último país se sacó esta foto con traje de gala junto a la ministra, que lo acompañó especialmente al curso para mostrarlo como uno de los ejemplos de la Policía de Córdoba”, explicaba ayer el periodista Leguizamón, que ha investigado a las cúpulas policiales de los últimos años.

Aunque la foto no tiene valor jurídico en la causa, y no intenta probar delito alguno, sirve para contextualizar y explicar la posición de la nueva jefe de Seguridad provincial. También se entiende porqué el fiscal federal Enrique Senestrari, que instruye la causa, afirmó, tras sus dichos, que la funcionaria “nunca se interiorizó por el curso de la causa”, ni por las acusaciones que pesan sobre los policías.

“Lo que refleja la defensa de la ministra es lealtad y esa lealtad es entendible porque es consecuencia de la estrecha relación que existe entre Alejandra Monteoliva y la anterior gestión de Seguridad que comandaba Alejo Paredes, de quien ella era su principal asesora y, sobre todo, es consecuencia de la estrecha relación que existe entre los dos altos jefes imputados en la causa y la propia ministra”, analiza Dante Leguizamón en su columna.

Con algo más de humor, el que ayer se sumó a las críticas fue el intendente de la ciudad, Ramón Mestre: “Desconocer el narcoescándalo es como decir que no hay baches”, ironizó. Mientras tanto, el bloque opositor en la Unicameral pidió interpelar a Monteoliva sobre sus declaraciones.