Infojus Noticias

Marylin Ochoa tenía 22 años y trabajaba como empleada de limpieza de una estación de servicio. Su expareja la mató a pedradas en Capilla del Monte en julio. Blanca Bustamante, de 47 años, fue degollada por su concubino, que después se ahorcó en la ciudad de Córdoba. A María Ordóñez, de 29 años, la degollaron con un cuchillo de cocina en Villa Angelelli. En la provincia de Córdoba, en lo que va del año los femicidios ya superaron a los de 2012. En nueve meses, según estadísticas relevadas por los medios locales, hubo dieciocho. El año pasado los asesinatos de mujeres fueron quince, de acuerdo a los datos que difunde la organización La casa del Encuentro que realiza un relevamiento nacional.  

El último crimen sucedió el último jueves por la mañana en el barrio General Bustos, de Alta Gracia. Dante Pinari. Un hombre de 45 años le disparó dos tiros a su pareja, Valeria Villarreal.  Dos hijas de la mujer- de 20 y 9 años-  fueron testigos del asesinato. Vieron cómo después de discutir en la casa que compartían, el hombre sacó por la fuerza a la víctima y le disparó dos veces a su madre: una bala impactó en el tórax y otra en el abdomen. Los vecinos escucharon los estruendos y salieron a la calle. Después de dispararle a la mujer, Pinari corrió dos cuadras y quiso suicidarse. Está internado en grave estado en el Hospital San Roque de la capital de la provincia.

Fuentes judiciales de la Fiscalía de Alta Gracia confirmaron a Infojus Noticias que no había registros de denuncias de Villarreal por violencia doméstica en sede judicial ni policial. Villarreal era madre de cuatro mujeres de 20, 18, 9 y 8 años. Dos de ellas, las que presenciaron el crimen, se encuentran bajo asistencia psicológica y todavía no han dado su testimonio en la sede judicial que interviene en el caso. El crimen fue caratulado como homicidio calificado por el uso de armas, a pesar que desde el año pasado la figura femicidio fue incorporada al Código penal como agravante del homicidio.

“Los femicidios con difusión mediática este año tienen que ver con localidades pequeñas al interior de la provincia, con escaso acceso a programas de protección y promoción de derechos de las mujeres o acceso a un juez de paz”, explicó a Infojus Noticias, Maite Rodigou, psicóloga e investigadora del programa interdisciplinario Mujer y Género del centro de investigaciones de la Universidad nacional de Córdoba. Rodigou  apuntó a la prevención de la violencia contra las mujeres. “No hay programa de detección precoz ni de detención de derechos. Y los contextos sociales siguen siendo muy poco protectivos”, dijo.  

En la provincia serrana, en 2010 y 2011 los femicidios fueron 26 y 20 respectivamente. En 2012 el número bajó a 12 pero este año volvió a ascender y el crimen de Villarreal es el número 18.

Desde marzo, el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, la Justicia y la Policía local implementaron el sistema SALVA (Sistema de Alerta para Víctimas de Violencia Familiar), conocido como el “botón antipánico” como medida de prevención. Se entregaron 300 botones. La mayoría fueron destinados a mujeres que habían denunciado a sus exparejas. La problemática de la violencia contra las mujeres no solo tiene su reflejo en la estadística criminal y las páginas policiales, también tiene su impacto en la actividad judicial. Según un informe publicado recientemente por el Centro de Estudios y Proyectos Judiciales, dependiente del Poder Judicial de la provincia de Córdoba, durante 2012 se abrieron 34.289 causas judiciales por violencia doméstica. Este número duplica la cifra de hace cinco años atrás. En 2007 las denuncias judiciales fueron 15.455.