El lunes debería comenzar un juicio que tiene como testigo a Juan “El Francés” Viarnes, el enigmático agente encubierto ilegal. Pero el abogado de uno de los dos imputados pidió su nulidad y proceso podría suspenderse. Esta la historia de un “embagallado” por la Policía de Córdoba.
Fernando Pino no había escuchado nunca la palabra “embagallar”. Pero supo que eso fue lo que hicieron con él cuando vio por televisión a Juan “El Francés” Viarnes contando cómo los agentes de Drogas Peligrosas de la Policía de Córdoba “plantaba” cocaína a personas inocentes. Frente a la pantalla, Pino quedó estupefacto. Conocía muy bien a Viarnes. Era el mismo cincuentón elegante y locuaz que en septiembre de 2011 se presentó como un posible comprador de la casa que había puesto en venta en Villa Ciudad de América. “Yo te la compro si le haces algunas refacciones” le dijo Viarnes en aquella oportunidad. También le pidió que comprara un litro de ácido muriático y otro de thinner, para limpiar el revestimiento de mármol de la vivienda.
Pino aceptó. Un día antes de la transacción, el 15 de septiembre de 2011, la Policía allanó la casa y secuestró un kilo y medio de pasta base. El dueño del inmueble y el cuidador, Carlos Sánchez, fueron presos, imputados por almacenamiento y tenencia de elementos de producción de estupefacientes: el thinner y el ácido muriático se usan para producir cocaína.
Según denunció Pino en aquel momento, dos policías fueron quienes llevaron la droga: Francisco Argüello y Fabián Peralta Dáttoli, ambos miembros de la Dirección de Drogas Peligrosas que están presos desde el mes pasado por el llamado “narcoescándalo”.
El próximo lunes el Tribunal Oral Federal N°2 debería comenzar a juzgar a Pino y a Sánchez (que aún está preso) por infracción a la ley de drogas (23.737). En el juicio Viarnes está citado como testigo. Pero el panorama cambió luego de que él mismo denunció que actuó como agente encubierto ilegal de Drogas Peligrosas. El martes el abogado de Pino, Juan Carlos Viva, presentó un incidente de nulidad fundamentado en la “introducción ilegal de Viarnes”. En dialogo con Infojus Noticia, Fabián Asís, presidente del TOF2, dijo esta mañana: “Ya corrimos vista a la Fiscalía y esperamos su dictamen para, en función de eso, decidir esta misma tarde si hacemos lugar al pedido”. Una fuente judicial dijo que “lo más probable” es que el juicio se suspenda.
Juan Viarnes engañó hasta las propias autoridades del juzgado que instruyó el caso. El 17 de octubre de 2011, durante la instrucción, Viarnes fue convocado como testigo. Ante el juez federal Alejandro Sánchez Freytes declaró que era abogado y que se desempeñaba como “Agente de Inteligencia del Ejército”. Sus dichos constan en el expediente. En diálogo con Infojus Noticias, el abogado Viva lo recuerdo como “un hombre muy preparado, que sabía lo que hacía”.
Actualmente Juan Viarnes está imputado por falsedad ideológica y falso testimonio (junto a otros siete policías de Drogas Peligrosas, entre ellos su ex jefe Rafael Sosa) en la causa que instruye el fiscal federal Enrique Senestrari. Ante el fiscal y ante las cámaras del programa de televisión ADN, Viarnes dijo que los efectivos “embagallaron” a Pino. Pero, ¿cómo se llevó a cabo ese operativo? “Cuando Viarnes pidió hacer modificaciones en la casa, lo que hizo en realidad fue intervenir los teléfonos y espiar a mi defendido”, dijo Viva.
Fernando Pino es un hombre diestro con el naipe; viaja por el mundo jugando profesionalmente al Póker. Pero aquella vez fue presa del truco de “El Francés”, el enigmático hombre con antecedentes por estafa, que trabajó interpretando varios roles para la Policía de Córdoba, según él mismo confesó cuando se sintió abandonado. “A Pino le hicieron una cama. Los de Drogas le tienen bronca porque allanaron una casa por juego clandestino y al parecer habrían querido involucrar a los presentes con el narcotráfico, cosa que no pudieron hacer”, aseguró el abogado.
Apenas se inició la causa, Viva denunció que los uniformados Argüello y Peralta Dáttoli “plantaron” el polvo blanco el auto y la casa. De paso, los uniformados también se habrían robado dos anillos de oro y una pulsera. El caso es paradigmático: se trata de la primera causa presuntamente armada por los uniformados que debería llegar a juicio, y que se derrumba luego de que saltó a la luz el modus operandi de los agentes de narcóticos de la provincia mediterránea. Eso podría pasaran con muchos otros juicios. Según el fiscal federal Enrique Senestrari “siguen llegando denuncias de familiares de personas engañadas, y de abogados que piden nulidades. Hay mucha gente injustamente presa”.
El 16 de septiembre de 2011, mientras Pino soportaba sus primeras horas en prisión, los oficiales Peralta Dáttoli y Argüello se presentaron en la puerta de la cárcel. A cambio de dinero, le ofrecieron a la madre del detenido una copia del sumario que todavía no había sido elevado a la Justicia Federal. La familia de Pino lo recibió por temor a represalias. Nueve meses después, cuando Pino pudo salir de prisión, denunció a los policías ante el fiscal federal Gustavo Vidal Lascano, que los imputó por revelación de secretos y de incumplimiento de los deberes de funcionario público agravados. Pero ambos siguieron trabajando en Drogas Peligrosos hasta que Juan Viarnes, que se sintió abandonado por los policías, denunció “las changas” que le obligaban hacer.
La tragedia de Carlos Sánchez
Quizás, quién más haya padecido las consecuencias de ese operativo sea Carlos Sánchez, un correntino que hasta el 15 de septiembre de 2011 cuidaba la casa de Pino. Desde aquel día Sánchez está preso, acusado de almacenar y producir cocaína. Como es oriundo de la provincia de Corrientes nunca pudo acreditar un domicilio en Córdoba. Y al no tener arraigo, para la fiscalía representaba “un riesgo procesal” su libertad. El miércoles su abogado Fabián Manrique volvió a pedir la excarcelación. En una semana, el hombre -de origen humilde- cumplirá dos años en prisión y, dice su abogado, aún se pregunta por qué.