Nelson Alexis Aguirre está acusado de homicidio y amenazas. Fue apresado en Villa Gobernador Gálvez y esta tarde será indagado por tres fiscales que investigan tres causas distintas. En todas ellas aparece Pandu, como lo llaman en el barrio donde montó varios kioscos de venta de droga.
Pandu logró escapar durante más de dos meses y medio. La Policía y la Justicia lo buscaban por el crimen de un albañil de la zona oeste de Rosario, hermano de una militante social, y por amenazar a los testigos. El miércoles a la noche, 20 efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) rodearon una casilla de la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez y detuvieron a Nelson Alexis Aguirre, de 35 años. Esta tarde se realizará la audiencia de imputación donde tres fiscales de un puñado de causas, una por homicidio y otras por amenazas, pedirán su prisión preventiva.
“Está mencionado en varias causas. Específicamente está sindicado como el posible autor material del homicidio de Javier Barquilla”, explicó una fuente judicial a Infojus Noticias. “También tiene otras causas por amenazas con armas de fuego”, agregó.
Pandu se crio en el barrio Las Flores -histórico territorio de la banda Los Monos- pero intentó hacerse fuerte en Villa Banana, una zona de calles de tierra, zanjas y casillas donde viven unas 15 mil personas. Llegó al barrio hace unos dos años e instaló al menos tres búnkers de venta de drogas.
Los vecinos cuentan que los problemas comenzaron cuando la banda de Pandu intentó instalar un kiosco de drogas a metros de un centro comunitario de la agrupación Comunidad Rebelde. Los militantes dictan clases de apoyo escolar, talleres de oficios varios y cursos de danza donde hasta hace poco tiempo había funcionado un búnker de otra banda.
El 2 de febrero, el albañil Javier Barquilla -de 37 años, hermano de una militante social- salió de su casa al escuchar que su cuñado se peleaba con unos pibes del barrio que días antes le habían desvalijado la casa. Otros jóvenes se sumaron a la discusión y hubo gritos y piedrazos.
El cuñado de Javier escapó en su moto. Pandu y otro joven apodado Wititi lo buscaron en la casa de Soledad Guzmán, vecina y militante de la organización Cuba MTR, que maneja el centro comunitario.
“Cuando escuché la voz de Pandu fue como si hubiera visto al diablo”, contó Soledad al diario La Capital. “Escuché cuatro disparos y cuando miré por la ventana vi a Javier tirado en el piso. Reaccioné agarrando a mis hijos, de 4 y 7 años, y traté de esconderlos porque se me venían a mi casa. Yo estaba sola con los chicos porque mi marido había salido a hacer una compra", detalló la mujer.
"Pandu es un pibe grandote y es el traficante del barrio. Me pateó la puerta y se metió en mi casa con otro al que llaman Wititi”, explicó. Y agregó: "La nena se asustó y quiso salir a buscar ayuda. Pero cuando salía, Pandu la paró en la puerta y le apoyó el arma en el pecho. Y yo atrás pidiéndole por favor que no la mate, que no le tire, que en mi casa no había nadie. Que si quería entrar que lo hiciera. Y Pandu me dijo: ‘Te la voy a violar y te la voy a matar’. Y mi hija, del susto, se desmayó”.
Una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria llevó a Javier al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde murió a las 6 de la mañana del día siguiente.
Wititi, supuesto soldadito de Pandu, cayó a los pocos días del crimen. Los vecinos del barrio denunciaron amenazas.
Ayer, después de dos meses, detuvieron el jefe. Esta tarde, el fiscal de Homicidios Miguel Moreno y otros dos fiscales de Investigación y Juicio pedirán convertir su detención en prisión preventiva: Pandu está denunciado al menos en tres causas, una de ellas por homicidio.
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