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Darío Ernesto “Toto” Daniel, de 38 años, quedó detenido acusado de ser el asesino de Enzo Alegre, el chico de 12 años que fue baleado en la cabeza el domingo, Día del Niño, en una plaza de Zárate. La detención se concretó cerca de las 12 del mediodía en una estación de servicio donde trabaja su esposa. Según informaron fuentes de la investigación, había ido al lugar a despedirse de su mujer porque pensaba entregarse a la policía. Así se lo había recomendad su cuñado, efectivo de la Prefectura Naval Argentina.

Daniel no se resistió a la detención y le dijo a los policías que el arma utilizada la había tirado. A pedido de la fiscal Andrea Palacios, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Zárate, la policía realizaba ahora un allanamiento en la casa del detenido en busca de evidencias, entre ellas el arma. El auto Daihatsu Charade en el que escapó tras concretar el crimen fue hallado por los investigadores.

El hecho

Enzo Alegre tenía 12 años. El domingo a la tarde, un hombre –se presume que Daniel– le disparó en la cabeza. La excusa: lo acusaba de haberle robado una campera y el celular a su hijo, también menor de edad. El escenario del crimen fue la plaza Soldado Argentino, en la esquina de Piedrabuena y Pitrau, en la periferia de la ciudad de Zárate.

–Decime quién fue el que te robó.

La pregunta la hizo el presunto homicida a su hijo. El chico señaló a Enzo. El hombre apuntó, le pegó tres culatazos en la cabeza y, cuando estaba en el piso, y disparó. Antes le dijo:

–Vas a morir como una rata.

La bala dio en uno de los ojos del nene que cayó malherido. Mientras, el homicida escapaba en su Daihatsu Charade gris. Eran cerca de las 18.30. Enzo estaba con un amigo, de 13 años, cuando lo atacaron. El chico, ahora testigo clave del homicidio, se salvó de milagro. El hombre también quiso asesinarlo, pero el arma se trabó y no salió el disparo.

El testimonio del chico y de otros testigos –era el domingo Día del Niño, la plaza estaba bastante concurrida por eso– ayudaron a reconstruir lo que pasó. También aportaron elementos para empezar la búsqueda del homicida. Incluso, la policía tiene con identikit surgido del dictado de rostros de varios testigos. Según se pudo establecer, el acusado tiene entre 35 y 40 años.

El titular de la Jefatura Departamental Zárate-Campana, comisario mayor Carlos Álvarez, confirmó que Enzo murió casi en el acto como consecuencia de las heridas. "No hubo tiempo de trasladarlo", agregó.

La causa quedó a cargo de la fiscal Andrea Palacios, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Zárate, quien ordenó que se busque si existe alguna cámara de seguridad comunal que pueda haber registrado el paso de un auto sospechoso en el cual pudo haber escapado el homicida.

En el marco de la causa, los investigadores encontraron al chico que estaba con Enzo y le tomaron declaración. Él admitió que ambos habían cometido un robo poco antes del asesinato. Pero la mamá de Enzo, Mónica, afirmó que su hijo "no tenía nada robado" y que, además, el asesino colocó una "cuchilla" junto al cuerpo del niño para montar la escena de una supuesta agresión.

"Cuando me acerqué y vi que era mi hijo tirado, él no tenía nada robado. ¿Dónde estaba el celular y la campera que dijo este hombre (por el homicida) que le robaron? Mi hijo tenía puesta la ropa de él. No le había robado nada a nadie", dijo la mujer.