Los abogados civiles de la pareja y la madre de Fernando Farré son los principales testigos del femicidio ocurrido el viernes al mediodía en el country Martindale, de Pilar, mientras se realizaba la división de bienes. Desde la cocina escucharon los gritos de Claudia Schaeffer provenientes del vestidor.
La causa por el femicidio de Claudia Schaeffer avanza hoy con la toma de declaraciones testimoniales a los abogados civiles de la pareja, que fueron testigos del ataque a la mujer por parte de su ex esposo, Fernando Farré. La información fue confirmada a Infojus Noticias por la fiscal de la causa, Carolina Carballido Catalayud. “Estamos desde las nueve con las declaraciones”, explicó. Los abogados y la madre de Farré son los principales testigos de lo que sucedió el viernes al mediodía en el country Martindale, de Pilar, mientras se realizaba la división de bienes de la pareja. Los abogados declaran en la fiscalía especializada en violencia de género de Pilar.
Farré está detenido en Melchor Romero y el sábado se negó a declarar ante la fiscal. La autopsia realizada a Schaeffer, que trabajaba en el directorio de las bodegas Salentein, estableció que fue atacada por detrás. Farré la degolló, casi le cortó la falange de un dedo, y le provocó varios cortes y puntazos en el pecho pero de escasa vitalidad algo que, según los investigadores, podría indicar que el agresor la siguió atacando cuando ya la había asesinado. Previo a la muerte, que se dio en el vestidor de la casa, hubo una “tremenda pelea”, afirmaron los investigadores.
También se estableció que para cometer el crimen se emplearon los dos cuchillos secuestrados y uno de ellos Farré lo clavó con tanta saña que lo arruinó y le dobló la punta.
Farré y Schaeffer se habían casado en el año 2000 y tuvieron tres hijos: una nena de 14 y dos varones, uno de 12, que tiene un retraso madurativo, y otro de 10. A fines del año pasado Farré fue despedido de la multinacional de belleza Coty, donde se desempeñaba como Manager para Argentina y Chile. Y según trascendió, eso habría agravado su carácter violento, del que en los últimos días dieron cuenta desde su entorno. En las últimas semanas, en medio del conflictivo divorcio, había dejado el piso de Recoleta en el que vivía la familia para instalarse en la casa que alquilaba su madre, en Martindale.
En el marco del divorcio, Schaeffer había logrado una exclusión del hogar de su marido y una restricción de acercamiento al departamento que compartían en Recoleta, luego de que durante una pelea, según denunció la mujer, su marido la tiró al piso y le puso una rodilla en el cuello. La orden se había levantado una semana antes del crimen.
El viernes Schaeffer fue hasta Martindale con su abogado para hacer la división de bienes. En la cocina de la casa se originó una discusión que siguió en el vestidor, adonde la mujer fue a buscar sus pertenencias. Hasta ahí la siguió Farré que trabó la puerta desde adentro. Los abogados y la madre de Farré comenzaron a escuchar los gritos de Schaeffer y vieron lo que sucedía desde una ventana que daba al parque. Intentaron abrir una puerta y al no poder, rompieron una ventana, pero Schaeffer ya había muerto. Varios efectivos concurrieron al lugar y detuvieron a Farré, a quien encontraron sentado en un sillón y en estado de shock.
La estrategia de los defensores de Farré pretende demostrar que él se encontraba en un estado de emoción violenta, por lo que en las próximas horas se comenzarán a realizar una batería de pericias psiquiátricas y psicológicas para establecer el estado de salud mental del empresario.
En las últimas horas se conoció la palabra de la familia de Schaeffer. Fue a través de una carta y un posteo en la red social Facebook que hizo su ahijado, Alan Christian Eilenberger. “Lamentablemente ese monstruo se salió con la suya”, escribió el joven que también resaltó el cambio de personalidad de la mujer desde que se había casado con Farré.
CD/AF