Como la detención no había sido informada al juez ni al fiscal, fue absuelto y se consideró nulo el procedimiento. Ahora la Cámara Federal de Casación Penal confirmó el fallo.
En febrero de 2009, Luis Alberto Pini fue detenido en la intersección de las calles Trinidad González y Saavedra, en la cuidad de Formosa, cuando manejaba un Peugeot 206 donde tres gendarmes aseguraron encontrar un bolso y una caja con paquetes de marihuana con un peso total de 15,88 kilogramos. La defensa de Pini cuestionó el procedimiento porque los gendarmes actuaron sospechosamente sin dar intervención ni al juez ni al fiscal de turno, y ahora la Cámara Federal de Casación Penal le dio la razón.
La causa en la que el hombre terminó acusado por transporte de estupefacientes se basaba en el procedimiento que ordenó el comandante de gendarmería Juan Gauna. Uno de los subordinados le comunicó que en su celular particular había recibido un llamado anónimo en el que le informaron que “se estaría transportando marihuana” en el automóvil que manejaba Pini, y Gauna autorizó la pesquisa. Pero ni la llamada anónima, ni las medidas ordenadas por el comandante fueron informadas al juez y al fiscal de turno como está establecido en el Código Procesal Penal. A raíz de esto, el Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Formosa decidió absolver a Pini y consideraron nulo el procedimiento.
El fiscal que instruía la causa se opuso a esta solución e interpuso un recurso para la revisión de la disposición del Tribunal. Ahora, los jueces de Cámara Angela Ledesma y Alejandro Slokar, confirmaron de fallo de primera instancian porque la requisa sin orden judicial no estaba justificada. Explicaron que, cuando lo detuvieron, Pini ni siquiera mostró intención de huir, ya que prácticamente estaba detenido a la espera de cruzar la calle, y por esto “no se acreditó un estado de sospecha ni una situación de urgencia que ameritara proceder sin la anuencia jurisdiccional” del juez y el fiscal de turno.
También alertaron que la detención se produjo más de 15 horas después de que el gendarme recibiera la llamada anónima, contando con el tiempo suficiente para informar a las autoridades judiciales. Detenido y requisado –sin orden judicial- a partir de una denuncia anónima, el pasado 18 de junio Pini fue finalmente absuelto, tras un proceso que duró más de tres años y medio.