Marina Gutiérrez podría haber sido la primera víctima fatal de violencia de género de 2014. Su exmarido la golpeó con un fierro en la cabeza y la apuñaló varias veces en su casa de Malvinas Argentinas. Ahora está internada y la expareja está prófuga.
El 2 de enero, cuando Marina regresaba de visitar a su hermana, su ex marido, Sergio Daniel Cabral, la esperó en la calle, la golpeó con un fierro en la cabeza y la metió dentro de su auto. En plena calle, ante los vecinos que vieron lo que sucedía pero no pudieron impedirlo. La llevó a su casa en Malvinas Argentinas, donde continuó golpeándola y la apuñaló varias veces hasta casi matarla. Hoy está prófugo. La causa, caratulada como “privación ilegal de la libertad y tentativa de homicidio agravado por el vínculo” la lleva la Fiscalía N° 21 de Malvinas Argentinas, que dirige Lorena Beatriz Carpovich. Desde el 3 de enero hay pedido de detención y captura para Sergio Cabral.
“Mi hija podría haber muerto, como cualquiera de las otras chicas que han muerto” dijo a Infojus Noticias Mónica Acuña, madre de Marina, en la puerta del hospital Abete, donde estaba internada. “Hay muchos casos en que les pegan a las mujeres. Los vemos siempre. Sufrimos por otras mujeres y hoy me tocó vivirlo en carne propia.”
Marina Gutiérrez vivió con Cabral cerca de 10 años y tuvo un hijo con él, que hoy tiene 8. Hace unos años comenzaron las golpizas y maltratos. La mujer, de 28 años, hizo denuncias ante el juzgado de San Martín y la comisaría de la Mujer de José C.Paz “Pero nadie le dio pelota, con perdón de la expresión, dijo José Gutiérrez, padre de Marina. “Y por eso pasó lo que pasó: el tipo abusaba como quería. Desde hace dos años no la dejaba salir, trabajar ni ver a su familia. Yo perdí el contacto con mi hija hace bastante”.
Unos meses atrás Marina decidió separarse de Cabral porque ya no aguantaba los maltratos y amenazas. Su hijo se fue con ella, pero su ex marido lo reclamaba. Finalmente se lo terminó llevando a su casa. “Le sacó al nene, y con eso la manipulaba; ella lo único que quería era estar con su hijo”, explicó José.
En el momento de la agresión, el chico estaba en la casa de Cabral. Al fugarse su padre quedó al cuidado de su abuela paterna. Hoy está con asistencia psicológica por el trauma que vivió. “Por suerte pudimos resolver la situación del nene en la oficina de Violencia Familiar de Malvinas. Esta tarde lo voy a ir a buscar para que vea a su mamá y a ver si quiere quedarse con ella”, contó José. Y contó que Marina evolucionaba muy bien de sus heridas y le iban a dar el alta en el Abete.