Walter Sinesio Moreno está señalado como el autor del asesinato de Jorge Ormeño, el dueño de una concesionaria que apareció calcinado en su auto en 2008. El crimen recayó luego en su propio juzgado. En 2009 lo condenaron, junto a otros tres hombres.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó ayer las condenas a prisión perpetua para tres acusados de un homicidio en La Rioja. Uno de ellos es el ex juez de Villa Unión, Walter Sinesio Moreno. Está señalado como el autor del crimen, que había recaído en su propio juzgado: la muerte de Jorge Ormeño, el dueño de una concesionaria de autos que apareció calcinado en su auto en abril de 2008. El juez, que había sido condenado en 2009 por la justicia ordinaria, continuará en la cárcel.
El crimen de Ormeño puso de relieve la trama de connivencia entre el poder judicial y las fuerzas de seguridad en la provincia del noreste argentino. Junto con el juez fueron sentenciados a perpetua el gendarme Mario Isidro Britos y el ex policía Omar Enrique Narváez, quienes, se sospecha, ejecutaron el crimen. Mientras que el ex policía Alcides Rodríguez fue condenado a 11 años y ocho meses de cárcel.
Moreno intentó despegarse del crimen desde un primer momento. Quiso convencer a los 6.000 habitantes de Villa Unión, un pueblo a 270 km de la ciudad capital, que se trataba de un conflicto amoroso: una mujer despechada había mandado a matar a Ormeño. Así, el juez detuvo a una ex amante de la víctima, Edith Catalina Casas, y a dos comerciantes, Jorge Díaz y Héctor Bernardo Fabián.
La esposa del comerciante asesinado, María de las Mercedes Chitarroni, dudó de esta versión. Y se acercó a la fiscalía para declarar que la noche previa al crimen su marido había recibido una llamada del juez. Moreno le había pedido que fuera a los tribunales por “negocios pendientes”.
La Fiscalía General inició una investigación paralela en la que se determinó que el juez había sido el autor ideológico del asesinato del comerciante, con quien tenía una deuda. Inmediatamente el Tribunal de Justicia de la Provincia lo apartó de la causa y luego, por orden del juez Alfredo Ramos, lo detuvieron.
Su captura fue cinematográfica. El 21 de abril de 2008 más de 30 policías lo rodearon en el hotel Imperial en la capital de La Rioja y luego lo apresaron. Estaba junto con sus abogados planeando cómo eludir a la Justicia.
Una vez preso la estrategia del juez para desvincularse del crimen fue plantar pruebas falsas en la causa por la investigación de la desaparición de Marita Verón, la joven raptada en Tucumán desde 2002 por una red de trata de personas.
“Moreno hizo aparecer un manuscrito en el que decía que la noche antes de que apareciera muerto el comerciante, él había tenido una reunión con Ormeño donde le había confesado que Marita estaba viva y había pasado por Villa Unión”, explicó a Infojus Noticias, Carlos Garmendia, abogado de Susana Trimarco.
El ex juez decía que estaba investigando “trata de blancas”. Este error conceptual-al no referirse a trata de personas- hizo dudar a los abogados de Trimarco de la veracidad de sus dichos.
De todos modos, a partir de su dato, se ordenaron excavaciones en la zona de Villa Unión en búsqueda del cuerpo de la joven desaparecida. Pero todos los procedimientos fueron en vano. La información que había pasado el juez era falsa. “Nos vendió carne podrida”, agregó Garmendia.
El gendarme Barrios, otro de los imputados, también quiso vincular al crimen de Ormeño a la desaparición de Marita. En 2008, cuando el gendarme se reunió con abogados de la Fundación María de Los Ángeles, les dijo: “Si me dan dos meses de libertad la traigo viva a Marita”.
Durante el juicio por el secuestro de Marita Verón, Barrios fue citado a declarar. "Moreno me dijo que iba a hacer una carta para aclarar todo lo que nos pasaba. Me quise morir cuando conocí el contenido. Firmé sin leer la carta. Esa fue una conversación que Moreno dijo haber tenido con Ormeño, que yo no escuché", dijo Barrios en el debate.
El asesinato de Ormeño
El cuerpo de Ormeño apareció el 9 de abril del 2008 dentro de su camioneta Ford Ranger en un paraje conocido como “zanja de la viuda” ubicado entre Villa Unión y Guandacol, a 270 km de la ciudad capital. La camioneta estaba en un barranco de 15 metros de profundidad. Al comerciante lo mataron a golpes y lo rociaron con nafta. Estaba maniatado: una de sus manos estaba atada al volante con cinta de embalar y la otra a la palanca de cambios. Lo reconocieron porque llevaba su anillo de bodas.
Ormeño se dedicaba a la compra y venta de autos. También tenía una estación de servicio. Era amigo del ex juez Moreno. Según se desprende de la causa, la noche antes de ser asesinado estuvo en su casa.
La noche del 8 de abril, Rodolfo Illanes, playero de la Estación de Servicio “Emmanuel” de Villa Unión, le vendió combustible dos veces a un mismo hombre y la segunda vez le cargó un bidón de 5 litros. Con ese combustible habrían rociado el vehículo de Ormeño.
En 2009 se llevó a cabo el debate oral que condenó a los tres acusados del crimen. Ayer, los ministros Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi y Carmen Argibay, con la disidencia de sus colegas Juan Carlos Maqueda y Raúl Zaffaroni, desestimaron el recurso presentado por uno de los imputados, con lo que quedó firme la condena para todos ellos.
En 2012 la Corte había ratificado la condena contra el ex juez Moreno, pero quedaba pendiente resolver un planteo de otro de los sentenciados, Britos. Ahora el máximo tribunal desestimó este planteo.
El nombre del ex juez Moreno ya había traspasado las fronteras de La Rioja un año antes de ser detenido y destituido. El magistrado investigó la desaparición de la turista suiza Annagreth Wurgler, una chica de 28 años desaparecida en agosto de 2004 entre Villa Unión y Pagancillo. Wurgler desapareció cuando paseaba en bicicleta.
El 15 de noviembre de 2007, la Cámara Penal de Chilecito estableció que la joven había sido asesinada por Alcides Cuevas, el dueño de una hostería en Pagancillo, donde la joven había dormido la noche anterior a desaparecer. Cuevas fue condenado a 18 años de prisión. El cuerpo de la joven nunca apareció.