Funcionarios y empleados contaron al fiscal los malos tratos a los que eran sometidos por el juez federal subrogante José Antonio Charlín, a cargo del juzgado de primera instancia de Santa Rosa.
El juez le pidió a su custodio el arma reglamentaria que portaba. La sujetó, se puso en posición de tiro: “decile a ésa que venga que le doy entre las cejas”, amenazó. No es ficción sino el testimonio de Alicia Traverso, prosecretaria administrativa del juzgado federal de primera instancia de Santa Rosa, La Pampa. El juez es José Antonio Charlín, designado como subrogante para ese tribunal, y “ésa” es la secretaria privada Adriana Bauman. La información la dio a conocer el portal de noticias del Ministerio Público Fiscal de la Nación.
El viernes Alicia Traverso entró llorando a la fiscalía federal de primera instancia de Santa Rosa y contó la situación de violencia diaria que se vive en el juzgado federal. Entre los maltratos, Traverso denunció que es común que el magistrado insulte y agreda verbalmente al personal de la dependencia y a otras personas que pasan por ahí. La escena del inicio es una de las que puden ocurrir cuando el juez está “desequilibrado”, según la prosecretaria.
La funcionaria del juzgado se presentó ante la fiscalía porque ese mismo viernes el juez parecía fuera de lugar en el horario de atención al público del juzgado. Más tarde, llamó la secretaria penal del juzgado de competencia múltiple, Iara Silvestre, y dijo que se había enterado de lo que había relatado su compañera. Ella y sus compañeros de trabajo querían denunciar y apoyar sus dichos. El fiscal federal habilitó el sábado para que el personal pudiera presentarse y brindar su testimonio.
El sábado se presentó Silvestre, pero también la secretaria civil, Alicia Cánepa; la secretaria tributaria, Daniela Alnocibar; la secretaria privada del juez, Adriana Lía Bauman; el empleado Manuel Adrián Bauman, el Prosecretario Civil, Juan José Zabala, y la médica Perla René Bartolozzi. Todos ratificaron las declaraciones de Traverso, y relataron otras actitudes del juez Charlín. Silvestre contó que en varias oportunidades se sintió acosada por los comentarios que el juez hacía sobre su físico, y hasta le solicitó al personal de la secretaría penal que jamás la dejaran sola con él.
La secretaria penal también narró la manera irregular con la que, a su entender, el juez se había desempeñado en diversas causas que ella impulsaba. Se refirió a una en particular, en la que se investigaba el delito de trata de personas con fines de explotación sexual. En esa causa el fiscal Baric había solicitado que se tome declaración indagatoria al intendente y al comisario de la ciudad de Lonquimay, pero el juez le dijo a Silvestre que iba a informarlo en los medios antes de que le llegaran a los funcionarios las citaciones para declarar.
El lunes el fiscal Baric envió a la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca un sumario de todos los testimonios para que estén al tanto de la situación en el juzgado. Además, solicitó al tribunal que, se separe a Charlín de su cargo para seguir con la investigación y que se pueda ingresar a la dependencia para continuar recolectando pruebas. Hasta el momento, la Cámara de no tomó ninguna decisión al respecto.