Yamila Estefanía Escudero le inició una demanda al municipio de Tunuyán y al gobierno de Mendoza por considerar que el reglamento del concurso es discriminatorio. Presentó una demanda por violación a la Ley de Violencia Contra la Mujer y daño moral.
Tiene 18 años, fue elegida reina de la vendimia y como quedó embarazada la destronaron. Yamila Estefanía Escudero le inició una demanda al municipio de Tunuyán y al gobierno de Mendoza por considerar que el reglamento del concurso es discriminatorio. En la demanda presentada por la abogada Carolina Jacky, se plantea una violación a la Ley de Violencia Contra la Mujer y daño moral. El reglamento también le impide a la reina casarse durante su dinastía.
“Esta chica fue elegida en 2013 como reina del distrito de Tunuyán, y en la fiesta de este año tenía que entregar corona, capa y cetro a la nueva elegida", dijo a Infojus Noticias la abogada mendocina especialista en casos de violencia de género. "Cuando el jurado tuvo conocimiento de su embarazo de ocho meses, le pidieron que entregue sus atributos a la virreina, ya que en su situación el reglamento le quita los beneficios de reina. Tampoco la dejaron sentarse en primera fila para ver el espectáculo la noche de la entrega, como es costumbre".
Esta no es la primera vez que por cumplir el reglamento de la vendimia se termina un reinado. En 2009, Gabriela Dellatorre quedó embarazada y le pidieron que entregue la corona a pocos días de finalizar su mandato, lo que a pesar de su resistencia tuvo que aceptar. En 2011 Jennifer Cubillos, de Maipú, entregó el cargo porque decidió casarse. Y otro caso, el de Evelyn Ramírez en 2012, sentó precedente: al final de su reinado, el intendente de Lavalle le permitió entregar la corona con su bebé en brazos.
“Excluir de esta manera es realmente una violencia, por eso inicié una demanda de daños y perjuicios por daño moral contra el Gobierno de la provincia y la municipalidad de Tunuyán. Pedimos la declaración de inconstitucionalidad de este artículo del reglamento, además de una reparación económica de 50mil pesos. También pedimos una reparación publica, un gesto de humildad de las autoridades en la próxima fiesta de la Vendimia de Tunuyán el cinco de febrero” dijo Jacky.
En 2012 el diputado mendocino del FPV Gustavo Arenas convocó a organismos vendimiales, al Inadi y a la Secretaría de Derechos Humanos para iniciar un proceso de modificación del reglamento. Además presentó un proyecto de Ley para modificar la cláusula que prohíbe a las reinas ser madres o casarse para mantener sus coronas, aunque el proyecto pasó por una sola de las cámaras mendocinas y se cajoneó.
Perla Prigoshin, titular de la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género (Consavig), dijo al diario mendocino MDZ que “son normas discriminatorias porque a una mujer se le establece que no puede embarazarse durante cierto lapso. Esto claramente es una discriminación feroz. En este caso de la chica de Tunuyán el primer análisis que me surge que desde ya se incurre en violencia, por lo menos, simbólica. La Ley 26.485 no se queda solamente en el ámbito doméstico sino que introduce un cambio de paradigma. Porque toma en cuenta a la violencia de género como el acto o la omisión en una relación asimétrica de poder. Esto es lo definitorio y es importante tenerlo en cuenta porque si no consideramos bien a la violencia de género corremos el riesgo de que se banalice y se juegue con el concepto”.
Para Jacky los valores de la fiesta de la vendimia “tienen que ver con el trabajo” y no se trata solo de un concurso de belleza donde se premia la estética. “Se prioriza que la elegida tenga conocimientos y sea una embajadora de la provincia como capital del vino, por eso está claro que es discriminatorio excluir por un embarazo y que el reglamento debe modificarse”, dijo la letrada.