El jefe de gobierno porteño vetó dos leyes impulsadas por legisladores del PRO, según consta en el Boletín Oficial. Un proyecto contemplaba instalar sillas para obesos en comercios de más de 50 m2. El otro, prohibir la venta de anteojos en la vía pública.
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, vetó dos leyes impulsadas por legisladores del PRO. La medida se difundió a través de la publicación del último Boletín Oficial de la ciudad de Buenos Aires. Allí se anunció que ya no corren los proyectos de instalar sillas para obesos en comercios de más de 50 metros cuadrados y la prohibición de venta de anteojos en la vía pública.
Según un relevamiento realizado por Infojus Noticias, entre el 10 de diciembre de 2007 y el 25 de junio de 2013 Macri vetó 118 leyes sancionadas por la Legislatura. La mayoría de ellas habían sido propuestas y votadas por legisladores de su propio partico político.
La primera de las leyes vetadas la propuso el legislador macrista Jorge Garayalde, que imponía la venta de anteojos sólo en casas de ópticas y locales afines habilitados. La ley contemplaba las gafas correctoras, protectoras y/o filtrantes o solares, terapéuticas y todo elemento que tenga por fin interponerse en el campo visual para corregir sus vicios.
Esta ley fue aprobada a principios de diciembre de 2013 y ahora fue vetada con el argumento de que es imprecisa en la descripción de los supuestos que alcanza, además de no definir con exactitud el alcance de la expresión ‘anteojos legítimos’”. También se determinó que “adolece de falta de certidumbre y especificación concreta del tipo legal exigible y su consecuente mecanismo de aplicación”.
La otra ley fue propuesta por el legislador Daniel Lipovetzky, también del PRO. Dispone que todo establecimiento privado con atención al público y en todos los restaurantes, confiterías, bares, pubs de más de cincuenta metros cuadrados de superficie (que se encuentren en el ámbito de la Ciudad), deberán disponer de asientos que sean aptos para personas que padecen de obesidad, sin ser cobrarles extra por el espacio ocupado.
El motivo de este veto fue considerar que “la medida propuesta no resulta adecuadamente inclusiva” y que “es imprecisa al momento de definir qué establecimientos quedan alcanzados por la obligación, al no determinar con claridad si el parámetro de superficie mínima se aplica a “todo establecimiento privado con atención al público” o sólo a aquellos donde se desarrollen “actividades gastronómicas”.
En diálogo con Télam, Lipovetzky sostuvo que luego de la aprobación en la Legislatura, desde el Ejecutivo habían manifestado su apoyo al espíritu de la norma pero "habían expresado las dudas" respecto de la aplicación. "Lo que hay que entender es que la Constitución de la Ciudad no prevé vetos parciales y que, por esa razón, cuando algo no está ajustado se tiene que rechazar en su totalidad", explicó el legislador.
El diputado Juan Cabandié salió al cruce de las declaraciones de Lipovetzky. Lo hizo a través de un comunicado: "El artículo 88 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires establece específicamente el procedimiento de veto parcial. Reconozco el esfuerzo del legislador (Lipovetzky) por defender a su jefe político, pero de 2008 a esta parte, Macri ha vetado parcialmente más de 30 leyes".
Cabandié remarcó que "lo más absurdo es que no sólo veta leyes para las que trabajaron y dedicaron su tiempo los legisladores, sino que el autor de la ley es un diputado del PRO".
“Macri se caracteriza por vetar cualquier cosa”
La diputada María Rachid dijo a Infojus Noticias que los vetos “no llaman la atención ya que Macri se caracteriza por vetar cualquier cosa. Nos sucedió votar por ejemplo dos veces una ley de subsidio para una familia a la que le destruyeron su casa por una obra mal autorizada por el gobierno porteño. Las dos veces las votó el PRO. Dicen que por segunda vez se vetará. Hay una decisión política de inhabilitar la Legislatura y es a través de la falta de respeto por lo que se vota incluso por unanimidad”.
“Otro de los mecanismos es la demora en la publicación de las leyes, la no reglamentación de leyes que lo necesitan. No llegan a debate cuestiones planteadas por la oposición y tampoco muchas planteadas por el mismo PRO”, dijo Rachid.
Para la diputada porteña Claudia Neira, las medidas tampoco son sorpresivas. “El jefe de gobierno tiene un profundo desprecio por la política que se construye desde la legislatura y se cree el administrador de una gran empresa, que toma decisiones unilaterales más allá de que personas que integran sus filas hayan trabajado para la construcción de proyectos. Claramente se está beneficiando a grupos empresarios que Macri considera sus votantes y que prioriza ante cualquier otra realidad”, señaló a Infojus Noticias.