Infojus Noticias

La llegada de los tres mil agentes de las cuatro fuerzas de seguridad federales a Rosario pareció una invasión. En pocos minutos, con el apoyo de siete helicópteros que sobrevolaron la zona, coparon algunos de los barrios de la ciudad y allanaron 89 puestos de venta de drogas. Mil quinientos agentes de Gendarmería, 500 de Prefectura y un pequeño grupo de la Federal que participaron del operativo llegaron para quedarse: durante los próximos meses patrullarán las zonas más conflictivas y capacitarán a la policía provincial.

“Estamos a disposición del gobernador Antonio Bonfatti”, explicó una fuente del Ministerio de Justicia de la Nación a Infojus Noticias. El trabajo que las fuerzas federales desarrollarán en Rosario fue acordado hace algunas semanas entre funcionarios nacionales y provinciales.

Desde hoy, el territorio rosarino queda estratégicamente dividido en tres. La Zona Sur, desde Pellegrini hasta la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez, estará a cargo de Prefectura. Comprende, entre otros, los barrios de Tablada y Las Flores, donde en 2013 se registraron la mayoría de los 264 homicidios que hubo en el departamento Rosario.

La Policía Federal patrullará el centro, una zona comercial donde el narcotráfico no logró instalarse como en los barrios. Allí se apuntará fundamentalmente a la prevención de otros delitos, como robos y hurtos. Gendarmería, por su parte, estará a cargo de la zona norte: custodiará, entre otros, barrio Ludueña y Bellavista, un territorio en el que los bunkers y la violencia de los soldaditos narco se incrementó notablemente en la última década. “El plan irá modificándose según las necesidades de la provincia”, explicaron desde el Ministerio.

Junto con el trabajo de patrullaje y control de las “zonas calientes” de Rosario, las fuerzas federales coordinarán un plan de capacitación de la policía provincial. La idea es formar agentes al estilo de la Policía de Prevención Barrial de la Federal, que viene trabajando desde hace algunos años en la Ciudad de Buenos Aires: en Ciudad Oculta; la villas 31 y 31 bis, de retiro; la villa 20, de Lugano; y la 21-24 de Zavaleta.

“Se viene trabajando hace ya un mes. Se dictan clases y se brinda entrenamiento especial a la policía barrial que va a tener contacto directo con la población en estos territorios”, explicaron desde el Ministerio de Seguridad nacional. Para los agentes de la Federal que cumplirán funciones en Rosario, la capacitación será voluntaria.

La llegada de las fuerzas federales a los barrios periféricos viene a cumplir una vieja demanda de la población y del gobierno provincial, ante la incapacidad -y complicidad, en algunos casos- de la policía provincial para combatir el narcomenudeo y reducir los  niveles de violencia en la periferia.

El objetivo del megaoperativo de ayer tuvo como objetivo “ocupar el territorio” para permitir el ingreso “pacífico” de las fuerzas que trabajarán en el territorio, según explicó el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien coordinó la intervención desde uno de los siete helicópteros que sobrevolaron la ciudad.

En total, unos tres mil efectivos de las cuatro fuerzas federales (Policía Federal, Policías de Seguridad Aeroportuaria, Gendarmería y Prefectura) que habían sido reunidos el día anterior en San Nicolás para un falso congreso policial participaron del operativo. Por parte de la Policía Santafesina participaron unos 60 agentes de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). “Se convocó a las TOE porque además de tener experiencia en allanamientos y en la destrucción de bunkers conocían muy bien el territorio”, dijo a Infojus Noticias una fuente del Ministerio de Seguridad provincial.

“La operación fue un éxito, salió como estaba esperado”, contó un policía santafesino que participó de la operación. “Nos concentramos en diferentes puntos de la ciudad, llegamos en vehículos no identificables y se realizaron maniobras de distracción para que no se notara el movimiento”, contó el agente. A las 16.00 en punto, la “Hora Alfa”, las tropas atacaron. En pocos minutos, las cuatro fuerzas federales y las TOE allanaron 89 puntos diferentes de la ciudad.

No hubo grandes cantidades de droga secuestrada ni un número elevado de detenciones. “Muchos de los búnkeres estaban vacíos. Nosotros teníamos que atacar en simultáneo, y hay algunos que trabajan de noche. Pero hay que entender que un búnker vacío también es un peligro para la sociedad y es necesario atacarlo”, explicó el policía.