Quince días atrás, dos fracciones de la barra brava de ese club mantuvieron una fuerte pelea. La Justicia le prohibió la concurrencia al estadio a seis de los implicados, medida por la que el Club debía velar su cumplimiento. En ese contexto, balearon la casa del presidente del club.
En el portón de casa del presidente del Club Atlético Los Andes, Oscar Ferreyra, quedaron las marcas de seis impactos de bala. El ataque fue ayer por la noche en la calle Fray Luis Beltrán de Lomas de Zamora. El dirigente y su familia salieron ilesos, pero se sospecha que el atentado está vinculado con barras del club. “En pocas horas el club quedará acéfalo por culpa de los violentos”, dijo Ferreyra a los medios. Toda la Comisión Directiva del club renunció ayer a las pocas horas de conocerse el hecho.
A las ocho de la noche de ayer en la casa de Ferreyra no estaban ni él ni su familia. Los vecinos vieron como varios hombres dispararon desde el interior de un Fiat Palio color bordó que pasaba frente a la vivienda. "Agradezco que ni mi esposa ni mis hijos estaban en mi casa en el momento de los disparos. Los vecinos identificaron un vehículo y espero que los autores sean rápidamente detenidos", dijo Ferreyra.
Dos horas más tarde, la Comisión Directiva del club anunciaba su renuncia en la página web oficial www.clublosandes.com, debido a lo que calificaron como “un hecho lamentable”.
“El apoyo de todo el pueblo Milrayitas al Dr. Oscar Ferreyra y su familia. Hoy estamos agradeciendo no lamentar víctimas”, expresaron a través de un comunicado. La noche de ayer, seguidores de Ferreyra y otros hinchas del equipo expresaban su apoyo al dirigente desde la vereda de su casa, donde sufrió el atentado.
“Uno cuando se mete en un club sabe que la amenaza, la intimidación, un neumático que te pinchan, en el folklore y en la estupidez del fútbol están calificadas como normales. Ayer estuvieron hasta altas horas de la madrugada con nosotros la gente del club y quieren organizar una marcha”, dijo a los medios Ferreyra.
“La gente se tiene que poner al frente y empezar a cuidar las instituciones. Hoy estoy lamentablemente dando esta nota y hace cinco días que el presidente del Club Estudiantes de Caseros también renunció por un apriete de la barra brava, y se fue toda la cúpula”, expresó. Ferreyra lamentó que el Club que preside esté por quedar “acéfalo” y señaló que Los Andes “contiene directamente a 10 mil personas, e indirectamente a más de 50 mil porque cumple funciones sociales”.
"Evidentemente no hay que involucrarse. Le hice daño a mi familia y me genera un cargo de conciencia grande'', dijo Ferreyra en una entrevista radial. "Esto sigue, a mí me pondrán un patrullero y la historia continuará. Estamos desamparados ante los violentos'', lamentó el dirigente.
El ataque se produce en medio de una negociación de los dirigentes para intentar aplacar la violencia producida por los barrabravas, que le costó al club la prohibición de jugar como local. Minutos antes del atentado a Ferreyra, los dirigentes de Los Andes habían obtenido el apoyo de la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (APreViDe) para vender solamente 2.500 entradas a socios identificados. La tarde de ayer, Ferreyra y otras autoridades del club se habían reunido con el intendente interino de Lomas de Zamora Santiago Carasatorre, que avaló la iniciativa contra la violencia.
"Fuimos contra los barras y nos respondieron de esta manera", dijo a Télam un directivo que prefirió la reserva de su identidad. El sábado pasado, una asamblea de más de 250 socios había decidido avanzar con las gestiones para eliminar la violencia y que el equipo pudiera volver a jugar en su propio estadio.
El Club Los Andes atraviesa un momento difícil en su pelea contra la violencia. El 10 de este mes, dos fracciones de la barra brava de ese club mantuvieron una fuerte pelea que incluyó piedrazos en la avenida Santa Fe frente al estadio. Recientemente, la Justicia le prohibió la concurrencia al estadio a seis de los implicados, medida por la que el Club debía velar su cumplimiento.