Mientras que los proteccionistas denuncian inyecciones ilegales y maltrato animal, los galgueros piden ley que iguale a los canódromos con los hipódromos. La provincia prevé multas de hasta diez mil pesos y 30 días de arresto para aquel que promueva, organice o participe de las competiciones
La ley santafesina se llama "Prohibición de carreras de canes" y está aprobada desde hace dos semanas. Ahora la provincia prevé multas de hasta diez mil pesos y 30 días de arresto para aquel que promueva, organice o participe de las competiciones. No hay una legislación nacional que prohíba específicamente la práctica, pero la ley 14346 -de crueldad animal- para algunos debiera ser tenida en cuenta al momento de sancionar los canódromos.
“Es difícil hacer cumplir la ley de crueldad animal aunque ya sabemos lo que hacen las personas que utilizan a los perros para correr. Hay varios delitos atrás. Inyectan a los galgos con drogas ilegales, hacen apuestas y venden comidas en lugares no aprobados. Muchas veces son mafias que amenazan a los que denuncian“, dijo a Infojus Noticias Marta Wagner, presidenta de la Asociación para la Asistencia del Animal Abandonado (APAAA), que funciona en Dolores.
Inyecciones ilegales
Los relatos de proteccionistas de todo el país dicen lo mismo: en los alrededores de los canódromos aparecen perros muertos. La razón serían las dosis de anabólicos que reciben antes de salir a correr, para aumentar la velocidad de trote atrás de la liebre que ponen para estimular las corridas.
"Los animales son inyectados con estimulantes como ‘Kton 12’ a base de estricnina -está prohibida su elaboración, fraccionamiento y venta en el país y ‘Stridox’, que tiene un alto componente de arsénico. Todos son preparados con efedrina, además de los cocteles de estimulantes cardíacos y clembuterol", dijo Wagner. El dopaje se debe suspender dos días antes de las carreras, para que en el examen de orina que le hacen a los premiados no se pueda comprobar.
Cuando los perros se quiebran o dejan de rendir como lo hacían en su mejor momento ya no sirven y a veces son desechados. Esto no es algo exclusivo de Argentina: el capítulo que muestra la llegada del perro “Ayudante de santa” a la familia “Los Simpsons” es un ejemplo desde la caricatura de una operatoria que se repite.
“Denunciar es difícil porque como hay plata de por medio en las apuestas hay mafias que no quieren perder sus negocios. Hace unos meses me prendieron fuego la veterinaria. Y el jefe de la cúpula de policía fue removido porque tiraron una denuncia que hice, aunque quedaron registrados por una cámara oculta. Si bien en Santa Fe ahora son ilegales, hay que denunciar sin cansancio para que la ley se cumpla de verdad”, dijo Wagner.
Pasión galguera
La versión de los galgueros incluye las palabras “tradición”, “pasión” y “cultura”. En internet hay foros donde cualquiera puede acceder a las técnicas de entrenamiento, los trucos para conseguir los anabólicos sin receta veterinaria o dónde comprar los cachorros de campeones. Los entrenadores sostienen que si no amaran a los animales no harían tanto por ellos, no gastarían tantos miles en darles los complementos y entrenarlos.
En las páginas dedicadas a los galgos se leen mensajes de amor a los perros y se reclama por una ley que iguale a los canódromos con los hipódromos. Incluso hay una propuesta para que los días 20 de cada mes se hagan marchas de galgueros y galgos para exhibir lo cuidados que están los perros.
En todo el país hay casi 40 canódromos, aunque las provincias fuertes son Mendoza, Córdoba –la cumbre de los canódromos es llegar a Marcos Juárez- y Buenos Aires (donde la práctica está prohibida por la ley provincial 12449, que exceptúa los lugares habilitados por leyes específicas de los municipios).