Santiago Héctor Godoy estaba atendiendo su comercio en Merlo cuando se asomó a ver qué sucedía en la calle porque que retumbaban los disparos. Allí recibió el balazo en el pecho y murió horas más tarde.
Santiago Héctor Godoy, un vendedor de baterías de auto de 45 años, fue asesinado de un balazo en el pecho ayer por la tarde en las inmediaciones de la cancha de Midland, localidad bonaerense de Merlo, en un enfrentamiento armado entre la barra brava de Ituzaingó y la policía Bonaerense. El episodio se desató 15 minutos después de la finalización del clásico de la Primera C, en el que Midland derrotó por 2 a 1 a Ituzaingó, en el clásico zonal por el torneo de la Primera C. Todavía no hay detenidos. “Si bien los hinchas visitantes no estuvieron presentes en la cancha, una vez finalizado el partido, decidieron dirigirse hacia la zona donde se disputó el encuentro aparentemente para protagonizar incidentes”, explicó a la prensa el comisario Hugo Santillán, titular de la policía Departamental de Merlo.
Una fuente judicial dijo a Infojus Noticias que “supuestamente, unas 200 personas de la hinchada de Ituzaingó estaban esperando al colectivo de los jugadores, y fue allí donde se enfrentaron con tres móviles de la policía. Pero aún no está claro por qué se desencadenó”. No está claro, según el informante, si los barras esperaban el colectivo para volver acompañándolos –ya que habían llegado con ellos hasta el límite de la jurisdicción para hacer un apoyo simbólico al equipo, a pesar de que estaba prohibida la asistencia de hinchas visitantes-, o si querían reprocharles la derrota en el clásico.
Lo cierto es que Santiago Héctor Godoy estaba atendiendo su comercio de baterías de autos en las calles Eva Perón y Noguera, junto a su hijo, cuando se asomó a ver qué sucedía en la calle que retumbaban los disparos. “Ya había terminado lo peor del tiroteo, por eso se asomó”, relató la fuente judicial. La policía estaba “tratando de dispersarlos con balas de goma”, agregó. Allí recibió el balazo en el pecho, aparentemente de un arma calibre 32, que lo mandó al hospital municipal Eva Perón, donde falleció un rato más tarde.
En principio, el testimonio del hermano de Santiago indicaría que la bala provino del sector donde disparaban los bravos. Sin embargo, el fiscal Fernando Capello, de la UFI 2 de Morón, incautó las armas utilizadas por los efectivos policiales en el tiroteo, para descartar mediante pericias balísticas que no haya correspondencia con el proyectil que terminó con la vida de Godoy.
“Venían desde Ituzaingó unas 200 personas en motos, autos y caminando. Mientras venían, rompían los vidrios de los comercios y golpeaban a la gente, por eso se le dio intervención a policías que estaban afectados a la vigilancia de la zona", agregó el comisario Santillán. Si bien aún es confuso cuál fue el desencadenante del tiroteo, el jefe policial dijo que fue cuando una parte de la hinchada que estaba en el lugar intentó robarle la moto a una persona que pasaba por allí.