Detuvieron a dos empresarios en Rosario sospechosos de integrar una red internacional de tráfico de droga. El año pasado se encontraron 1.236 kilos de cocaína que tenían a España como destino y empezó una investigación que derivó en varios allanamientos que involucran empresas exportadoras e importadoras.
Ayer fueron detenidos dos empresarios en Rosario. Están imputados como integrantes de una red de tráfico transnacional de droga. Los empresarios son Gustavo Spadoni, dueño de la agencia “Spadoni Motos” y Fabián Campagna, dueño del restaurante “Mumus” a quien se le secuestró una Glock 9 milímetros al momento de detenerlo. Los dos negocios fueron allanados y se secuestraron bienes y documentación. Hubo ocho allanamientos en total y un tercer detenido que es allegado a los empresarios. Según fuentes de la investigación se trata del escalón superior de la organización. La operación incluía un cargamento de más de una tonelada de cocaína de “máxima pureza”, valuado en más de 40 millones de euros.
“El destino final era España –explicó una fuente de la investigación a Infojus Noticias – pero el cargamento tenía que pasar por el puerto de Lisboa”. Los 1.236 kilos de cocaína fueron encontrados en diciembre del año pasado por la Policía Judiciaria de Portugal en la aduana. Desde ahí se empezó a rastrar a la banda que estaba detrás del tráfico.
El sábado, en Santa Teresita, cayó otro miembro de la banda. Todos requeridos por el juez federal Adrián González Charvay. Y en febrero fueron detenidos por la División de Drogas Peligrosas de la Policía Federal los dos primeros involucrados en la causa. “Se trataba del apoderado de la empresa española que requería la importación y el presidente de la empresa argentina que exportaba, explicó la fuente. La empresa argentina era familiar y alquiló un galpón en un lugar inhóspito cerca del puerto de Zarate”. Carlos Alberto Mulé tiene 61 años, es administrador de la empresa textil española que gestionó el galpón en Mérida a donde debía ir el cargamento. El otro es Carlos Ruvolo, dueño de la empresa LTDI S.A. dedicada a la importación, exportación y despachos de aduana en Argentina.
El entramado de la investigación
“La operación requería que el material exportado fuera escéptico -explicó la fuente- para evitar los controles intrusivos”. La empresa de Ruvolo pretendió exportar pulpa de pera a Portugal y la empresa de Mulé se presentaba como la importadora española.
“Primero se encontró el galpón –inhóspito, lejos de todo, donde se había acondicionado la droga para ser trasladada en los bombos de pulpa de pera”, explicaron a Infojus Noticias.
“Como es un lugar donde hay pocos teléfonos celulares que se activen, eso nos permitió rastrar quiénes habían estado en la zona y la pista nos llevó a Rosario”. También se encontraron los tachos donde se hacía la pulpa, los excedentes, los químicos para evitar que se echara a perder la mercadería y las bolsas arpilleras donde habría sido trasladad la droga. Todavía es materia de investigación si la droga había sido producida en Argentina o había sido traída de otro país.
Todos los integrantes de la banda coincidieron en un hotel de España en noviembre del año pasado. Se supone que ahí iban a esperar la llegada del cargamento. Un mes antes algunos miembros habían viajado para organizar la operación. Alquilaron el galpón en Mérida y acondicionaron los tambores donde iba a estar la droga. Cuando la carga fue detenida en Lisboa, todo el grupo volvió de inmediato a Buenos Aires. “De hecho usaron la misma tarjeta de crédito para pagar la multa por cambiar la fecha de los pasajes”, contaron los investigadores.
En los ocho allanamientos de ayer, donde intervinieron más de treinta agentes de distintas fuerzas, fundamentalmente la División de Drogas Peligrosas de la Policía Federal con colaboración de la sección de Narcotráfico de Aduaan, se secuestraron diferentes bienes que, a futuro, podrían ser incluidos en una investigación sobre lavado del dinero que se produjo a raíz del narcotráfico.
“Si bien era una red con muchos recursos y estructura –explicaron a Infojus Noticias- todavía hay que analizar documentación y material secuestrado para saber si hay otros posibles involucrados. Tampoco podemos afirmar si hay conexiones con el tráfico local. La investigación sobre el canal de distribución en Europa está en manos de la justicia de Portugal”.
La operación pretendía exportar 1.236 kilos de cocaína de máxima pureza, según los análisis de la justicia portuguesa. En Europa se negocia el kilo a 32 mil euros. El cargamento representaba unos 40 millones.