Andrea Fernández fue operada por una afección intestinal. Contó que cuando salió del quirófano dos camilleros la manosearon, la golpearon y se burlaron de su género. Las autoridades del hospital le prometieron que identificarían a los agresores pero ella está preocupada porque la semana que viene se tiene que volver a operar.
Andrea Elizabeth Fernández es una mujer trans de 47 años que estuvo internada en el Hospital Interzonal Rossi de La Plata. Denunció que fue maltratada por dos camilleros verbal y físicamente cuando apenas salía del quirófano. La humillación fue explicita a su identidad autopercibida: transfobia. Los directores del Hospital le dijeron que la semana que viene identificarían a los agresores y ella les dará ese plazo para iniciar acciones legales. Está preocupada en que no cumplan, porque el jueves próximo la vuelven a operar.
“Ayer me reuní con cuatro de los directores del hospital y me dijeron que según el horario de lo que yo dije van a interceptar los nombres de los camilleros. Yo si los veo los reconozco. Por ahora no presenté denuncia en la justicia porque estoy dando ese plazo que los directores me pidieron para que tomen las medidas. Si no cumplen, voy a hacer la presentación judicial”, dijo Andrea a Infojus Noticias.
El 7 de enero Andrea entró al hospital con una afección intestinal por la que tuvieron que operarla al otro día. Dice que todos en el hospital la trataron de maravilla, menos los dos camilleros que la trasladaron apenas operada: “Estaba en una situación de mucha vulnerabilidad por el post-operatorio. En el ascensor, del quirófano a la habitación, dos camilleros humillaron mi identidad de género con injurias: ‘maricón’, ‘puto’, ‘viejo’, ‘travesti’. Además fui víctima de un abuso físico por parte de los camilleros, que impunemente tocaron mis pechos y restregaron sus genitales en mi mano y mi cabeza, mientras se reían entre ellos”.
Una vez que los camilleros la dejaron en la habitación tuvo un paro cardiorespiratorio y fue atendida. Cuando estaba estabilizada, le informaron que la trasladarían a una habitación dos pisos arriba. Otra vez la llevaron los mismos camilleros.
“En un momento del segundo traslado, me golpearon fuerte la cabeza contra la pared del ascensor en frente a una mujer que señaló el maltrato. Le respondieron textualmente: ‘no siente nada porque viene del quirófano’. Uno de ellos apoyó sus genitales contra mi cabeza de manera intencional. Al momento de llegar a la habitación, continuaron los insultos y tratos vejatorios. Una enfermera que vio los modos violentos con que me ponían desde la camilla a la cama les pidió que lo hicieran bien”, dijo Andrea, que narró sus padecimientos en una carta que publicó en su Facebook.
El jueves de la semana que viene Andrea tiene que ser operada otra vez en el hospital y no se quiere cruzar con los camilleros. “No me puedo quejar de nadie del hospital porque yo decía ‘ay’ y los tenía a todos alrededor. Pero estos dos camilleros no pueden estar trabajando en un hospital público porque no respetan. Creo que con darme disculpas no es suficiente, deberían reubicarlos y enseñarles a no maltratar”, dijo Andrea.