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Uno de los detenidos por el crimen del joven Atahualpa Martínez, cometido en la ciudad rionegrina de Viedma en 2008, pidió hoy que se acelere el inicio del juicio oral y público por el hecho, que está previsto para este año. Se trata de Felipe Carrasco, quien hoy asistió a la audiencia preliminar del debate que se desarrolló en el Palacio de Tribunales de Viedma junto a los otros dos acusados, Melisa Fernández y Carlos Morales Toledo.

El vocal de trámite de la causa, Juan Bernardi, en su carácter de juez de la sala A de la cámara del Crimen, presidió la audiencia, a la que asistió también la fiscal de Cámara subrogante Daniela Zágari.

El imputado Carrasco se quejó por la "lentitud" del proceso, al expresar que "es necesario que cuanto antes se termine con esta injusticia, y que (en el juicio) se diga toda la verdad sobre esta causa que la Policía corrupta armó con mentiras".

Este imputado, al igual que Fernández, estuvo asistido por el defensor oficial Marcelo Chironi, y Morales Toledo por su abogado particular, Ignacio Galiano.

No se hizo presente la madre de la víctima, Julieta Vinaya, ni tampoco la querella, representada por la Gremial de Abogados. El juez planteó la eventual reducción del número de testigos presentados -180 por las defensas y 18 por la fiscalía- con el ánimo de abreviar la extensión del debate, pero ambas partes ratificaron la necesidad de contar con todos los testimonios.

El magistrado informó que el tribunal todavía no fijó la fecha para el comienzo del juicio, pero advirtió que la gran cantidad de testigos y pruebas documentales que deben ser leídas hará muy largo el trámite.

Los defensores pidieron la exclusión de la querella como participante en los debates, argumentando que esa parte no formuló acusación en la etapa de elevación a juicio.

Bernardi hizo lugar a la petición, a pesar de la queja por extemporaneidad de la fiscal Zágari, pero supeditó la resolución a lo que decida el plenario del tribunal, que también integran los jueces Fabio Igoldi y Oscar Roumec.

Atahualpa Martínez (19) fue asesinado en la madrugada del 15 de junio de 2008. El joven había sido visto con vida por última vez cerca de las 5 en un pub de la avenida Caseros y México, y su cadáver, con un balazo de calibre .22 en la espalda, apareció cerca del mediodía en las afueras de la ciudad.

La investigación fue muy lenta durante los primeros tres años, lo que dio lugar a la realización periódica de marchas de reclamo protagonizadas por su madre, ex compañeros de secundaria y organizaciones sociales.

La detención de los imputados se produjo en agosto de 2012, tras una serie de allanamientos que permitieron encontrar en sus domicilios varias prendas de vestir con rastros de sangre de la víctima y de uno de los acusados.

De todos modos no quedaron claras, hasta el momento, las relaciones entre los presuntos victimarios y el joven Atahualpa, ni el móvil del asesinato. Tampoco se encontró el arma utilizada. Julieta Vinaya, la madre del muchacho, anunció hoy que la semana venidera ofrecerá una conferencia de prensa para dar a conocer sus puntos de vista sobre el avance de la causa.