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Borguert y Cia SRL fabrica aberturas de aluminio desde 1977, tiene una facturación anual de más de 55 millones de pesos por año y más de cien empleados.  Toda esa prosperidad y crecimiento parece contrastar con la documentación que encontró la AFIP en siete allanamientos: el 30 por ciento de los sueldos se pagaban en negro, escrituras subvaluadas y ventas no declaradas. La evasión tributaria y previsional ascendería a 20 millones de pesos.

Los operativos fueron siete y se hicieron en los domicilios de la empresa, en Paraná, Entre Ríos. Allí llegaron 50 agentes del organismo de recaudación más 21 gendarmes y 14 testigos. “Los agentes fiscales obtuvieron elementos que documentarían irregularidades en los salarios -con pagos en negro y omisión del ingreso de aportes y contribuciones- además de la evasión tributaria. También se busca determinar un importante volumen de ventas no declaradas al fisco”, indicó la AFIP en un comunicado.

Según detalló el organismo, la investigación previa de la AFIP duró ocho meses y se inició luego de que los agentes constataron que el grupo y sus empresarios habían adquirido inmuebles cuyos valores no se relacionan con los resultados de las declaraciones juradas presentadas. Estos incrementos patrimoniales no justificados despertaron las sospechas de la AFIP y determinaron el inicio de la investigación.

“Se descubrió que el grupo empresario había adquirido varios inmuebles más que no fueron escriturados. En la escritura de mayor valor se detectó una diferencia de más del 38 por ciento en el valor de compra de la propiedad. Se trata de un inmueble de 14,5 millones de pesos que, sin embargo, fue escriturado por 10,5 millones de pesos”, indicó la AFIP y detalló que antes de estos allanamientos, los inspectores tenían conocimiento de la compra de 10 inmuebles urbanos y de más de 2000 hectáreas de tierras rurales.

Además, los inspectores encontraron que los empresarios constituyeron un fideicomiso de construcción y tenían gran cantidad de boletos de compraventa de inmuebles “desde el pozo”, es decir por construir. También se encontraron proyectos de construcción de departamentos de los cuales los investigadores de la AFIP aún no tenían conocimiento y que tampoco estaban escriturados. “En estos casos, se encontraron no sólo los boletos; sino también los acuerdos de compraventa de los departamentos en proyecto”, precisaron.

La maniobra de evasión previsional se realizaba a través de un sistema original: el grupo acostumbra alquilar algunos de los departamentos a sus empleados, valor que es tomado luego como parte del sueldo y por el que no depositan los correspondientes aportes y contribuciones al sistema nacional de Seguridad Social. Por eso, durante los allanamientos se encontraron cesiones de uso de los inmuebles de parte de la empresa hacia los empleados. Se estima que la tercera parte de los salarios se abonaba en negro.

Además, se secuestró documentación que acredita ventas sin declarar a distintas empresas del rubro de la construcción, “lo que explica el importante crecimiento patrimonial del grupo empresario en los últimos años, con compras de campos, inmuebles urbanos y maquinarias”, indicaron y aclararon: “Estas inversiones fueron escrituradas a precios significativamente menores que el de mercado y están a nombre de personas vinculadas al grupo, que actuarían como testaferros”.