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Hoy se cumplen tres años desde que Erica Soriano salió a encontrarse con su hermana en el barrio de Villa Adelina, en el partido de San Isidro, y nunca llegó. La investigación por su desaparición tiene como imputado a su marido, que se encuentra en libertad por un error técnico de la Justicia. Hoy se estrenó una obra en el Teatro Municipal del Viejo Consejo del partido de San Isidro. 

Ese lunes 21 de agosto del 2010 Erica tenía 30 años y estaba embarazada de dos meses. Salió de Lanús donde vivía con su pareja, Daniel Lagostena, el padre de su futuro hijo. Iba a buscar departamentos para alquilar en Villa Adelina, donde vivía su mamá, para mudarse.

Después de su desaparición, se supo que Erica quería distanciarse de Lagostena. "La idea de poner esta obra -explicó la mamá de Erica, Esther Soriano a Infojus Noticias- no es que la gente la recuerde a ella sino que se recuerde lo que le pasó. Ya que no hay justicia, que al menos haya conciencia".

El 31 de mayo del 2012 Lagostena fue detenido y acusado de "homicidio simple en concurso real con aborto, en el contexto de violencia familiar y contra la mujer". Los investigadores manejan la hipótesis de que Erica nunca salió de su casa y que fue asesinada ahí mismo. Su cuerpo nunca apareció.

En el expediente consta que Lagostena intercambió seis mensajes de texto con su sobrino: "la noche del 20 de agosto siendo las 23.45, Daniel Lagostena comienza a realizar intercambios de mensajes de texto con su sobrino Brian Poublan, los cuales culminan a las 23.53 del 20 de agosto. Es de resaltar que se altera el patrón existente entre ambos abonados, cuyo tráfico era casi nulo”, dice el documento firmado por el juez.

Otros seis llamados entre las cinco y las seis de la mañana hicieron pensar a los investigadores que se estaban coordinando acciones para deshacerse del cuerpo. Se pudo comprobar que Poublan fue desde Lanús hasta Aeroparque y volvió. La Justicia, entonces, giró su mirada.

La hermana de Erica declaró que Lagostena "era muy obsesivo, celoso, cada vez que mi hermana llegaba diez minutos tarde, su pareja la hacía poner mal, no la dejaba dormir, le revisaba los SMS le abría sus mails y esta situación efectuaba violencia psicológica contra Erica".

Hasta ese momento la línea de investigación fuerte era que Erica había sido secuestrada por una red de trata de personas, lo que llevó a 50 allanamientos en prostíbulos, algunos datos empezaron a poner a Lagostena en primera plana. Su casa fue allanada tres semanas después de la desaparición. El hombre había declarado que después de una discusión Erica había salido de la casa. Pero la cartera, los documentos y el ácido fólico que tomaba para el embarazo nunca salieron de la casa de Lanús. La ropa que, según Lagostena, llevaba Erica al salir fue encontrada dentro de un bolso, en la misma casa.

Seis meses después de su detención Lagostena fue liberado. La Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora hizo lugar a un pedido de habeas corpus que presentó la defensa un día antes. "Se agarraron de un defecto técnico -explico Marcelo Mazzeo a Infojus Noticias- el juez de garantías debió dejar en libertad a Lagostena cuando la Cámara de Apelaciones anuló su primera declaración indagatoria. El procedimiento era el siguiente: dejarlo en libertad, volver a tomar la declaración y volver a dictarle una segunda prisión preventiva. Pero el juez rechazó el pedido de excarcelación y entonces la Cámara dio lugar al pedido presentado por la defensa".

La familia presentó un recurso de inaplicabilidad ante la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires hace un mes. Calculan que la Corte tardará por lo menos seis meses en pronunciarse. Mientras tanto Lagostena sigue en libertad aunque imputado. "Es el primer caso en Argentina donde una persona tiene prisión preventiva firme y no está detenido", contó Mazzeo.

Hoy, tres años después de la desaparición de Erica, la obra "La última vez" del actor Alejandro Fiore será puesta en el Teatro Municipal. Es una obra que habla sobre la violencia de género, sobre la hipocresía que encubre esas situaciones. "Cuando la vi -contó Esther- pensé que todo el mundo tenía que verla porque eso es lo que pasó con Erica".

No se cobrará entrada pero se pide una donación para un comedor de la zona. "La obra es para generar conciencia con respecto a la violencia de género, el femicidio y la violencia intrafamiliar", explicó el abogado de la familia. Participarán vecinos, organizaciones de Derechos Humanos y víctimas de violencia. Esther cuenta que pondrán la obra en memoria de su hija y para que haya conciencia de que la violencia que ella vivió sigue existiendo, casos como el de ella suceden todos los días.