La independencia unilateral de Catañula y sus consecuencias políticas y económicas para la Unión Europea, España y la Corona. La Querella Argentina y los crímenes del franquismo. La soberanía cultural y jurídica de un territorio ocupado. Estos son algunos de los temas que Albert Pont habló con Infojus Noticias en el Casal de Catalunya.
Especialista en Derecho Internacional y autor de varios volúmenes sobre la secesión catalana, Albert Pont estuvo en Argentina dando conferencias e Infojus Noticias lo entrevistó.
–¿Puede considerarse Cataluña como una colonia española?
–Desde el punto de vista jurídico, no es una colonia porque para que lo sea no tiene que haber continuidad entre la metrópoli y el territorio ocupado. A pesar de eso, buena parte de la población catalana tiene la sensación de que es una colonia. Nosotros argumentamos la independencia de Cataluña desde un punto de vista técnico-jurídico pero no en el hecho de que pueda considerarse colonia sino en otros aspectos. Primero, nuestra anexión a la corona de Castilla fue ilegal porque vulneró el testamento de Carlos II y porque vulnera el artículo 13 del Tratado de Utrecht de 1713.
–¿Cómo era hasta ese momento?
–Hasta aquel momento Cataluña tenía todas las manifestaciones de la soberanía que hoy se atribuye a los estados: Cataluña disponía embajadores en el exterior, firmaba tratados internacionales e incluso participaba de la codificación del derecho internacional. No se nos puede negar el hecho de tener subjetividad internacional. Nuestra reivindicación arranca ahí. El movimiento independentista no surge ahora sino que hay una línea continua desde 1714 hasta la actualidad.
–Los argumentos actuales parecen tomar un perfil más culturalista que jurídico.
–Bueno, el soberanismo catalán tiene distintas dimensiones. Por un lado tiene la dimensión histórica y jurídica, que nos da una base sólida como para reclamar la restitución de la soberanía. Es decir, la independencia de Cataluña comportaría ya no la aparición de un Estado nuevo sino la restitución de una entidad que ya era: la independencia tiene que dejar sin efecto esa anexión y todas sus consecuencias. Pero también tiene una base cultural, cultural-lingüística que es la que nos ha permitido sobrevivir. Y finalmente hay una dimensión económica promovida por el expolio fiscal, por la actual crisis económica, etc.
Nosotros no argumentamos desde el punto de vista del Derecho Internacional la independencia porque creamos ser una colonia sino porque somos un país ocupado. Somos un territorio ocupado por una potencia extranjera, es decir que es uno de los supuestos por el que la Resolución 2.625 de las Naciones Unidas permite la independencia de los territorios.
–¿Con qué respaldos cuenta Cataluña?
–Yo me preguntaría con qué respaldos cuenta España. Porque está perdiendo muchos puntos a nivel internacional. Ha dejado, por ejemplo, de tener representación en el Banco Central europeo, y toda una serie de legislación que surge de la Unión Europea que está en contra de los intereses de España. Por ejemplo la Unión Europea está negociando la admisión de Kosovo a pesar de que España no reconoce a Kosovo. Y es seguro que lo conseguirán, con lo cual estarán sentando un precedente muy importante para Cataluña.
–¿El reclamo es ante el Estado español o ha sido llevado a foros internacionales?
–Es ante la comunidad internacional. Nosotros no consideramos estar en un litigio donde haya dos partes. Hay una sola parte, la nuestra, y que está en una situación jurídica que es impropia, ilegal. Por eso pedimos concretamente a los países que firmaron el tratado de Utrecht de 1713 o sus sucesores, que se den cuenta que España no está cumpliendo este artículo. España pide al Reino Unido que cumpla el artículo 10 del Tratado de Utrecht respecto de Gibraltar, pero ella no cumple el 13.
–¿La situación de Cataluña respecto de España es similar a la de Escocia y el Reino Unido?
–El tema de Escocia es interesante porque la anexión al Reino Unido se produce en la misma época, poco antes del Tratado de Utrecht. Fue una anexión relativamente pacífica en la que el parlamento escocés votó a favor de esa anexión. Y el Reino Unido incluye en el orden constitucional la devolution, que es un instrumento que permite devolver la soberanía a aquel territorio que ya la tuvo. Por lo tanto la anexión de Escocia como su secesión se está produciendo de forma pactada con el Reino Unido y conforme a derecho internacional. Por eso nuestra secesión va a ser distinta.
–¿Cuáles serán las consecuencias de la secesión catalana?
–Nosotros queremos la independencia de Cataluña por medio de la restitución de esa soberanía usurpada. Esto es importante porque si es una restitución, Cataluña tiene el derecho y la obligación de exigir a España la devolución de toda la aportación histórica que haya hecho. Entre ella los títulos que tiene actualmente el rey de España y que tienen su origen en el linaje catalán: Conde de Barcelona, Príncipe de Gerona. Ello tiene una repercusión jurídica importantísima y es que el título de Rey de España no existe, es un invento que se utilizó a fines del siglo XIX y a principios del XX. La tesis que yo defiendo es que si el estado español y la unidad de la Corona surgen como consecuencia de la anexión de Cataluña, la restitución de nuestra soberanía supone la disolución de esas dos instituciones.
La salida de esto es política y con más democracia. España no quiere negociar y no quiere asumir una decisión democrática en Cataluña, ¿qué hacemos? Independencia unilateral y a partir de aquí habrá países que nos reconocerán y habrá países que no. Ya se está creando la Agencia Tributaria Catalana para que llegue el día en que no se tengan que pagar impuestos a España.
–¿Qué expectativas tienen los catalanes con la Querella Argentina?
–Es muy importante porque sienta un precedente para futuros crímenes que se puedan cometer. Por otra parte la administración de justicia española no hará absolutamente nada con los crímenes del franquismo. Para nosotros es muy significativo que Argentina haya tenido a bien conocer el caso de Lluís Companys en sus Tribunales porque denota una situación de justicia. Companys fue el único presidente, el único cargo electo, asesinado en manos de un régimen fascista en Europa y aún está impune el crimen. España no ha pedido ni el más mínimo perdón, ni ha tenido la mínima consideración hacia las víctimas.
–¿Qué postura tienen los catalanes sobre la Real Academia Española?
–Los españoles de matriz castellana tienen una visión imperial del mundo. España crea una serie de instituciones a partir del siglo XVIII, del tratado de Utrecht y de nuestra pérdida que quieren borrar la memoria histórica, además de la RAE, la Academia de la Lengua y la de la Historia. No solamente prohíben todas las instituciones de Cataluña y la lengua catalana, sino que además impiden que los catalanes ocupen cargos de responsabilidad en el Estado español. Hoy en día somos el 16 por ciento de la población y apenas el 0,2 por ciento de los altos cargos de la administración del estado son catalanes. El nombre de Argentina es una palabra catalana, argenti que quiere decir plateresco, que es un tipo de arte. Argentina es plateresca, yo no sé si en Argentina hay mucha gente que sepa esto.