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Infojus Noticias

20-12-2014|15:35|Aniversario Nacionales

A 13 años del 20 de diciembre: la plaza de las Madres

Hace 13 años, la imagen de las Madres de Plaza de Mayo atacadas por la policía montada despertó la indignación de miles de personas que salieron a la calle. La causa por esas agresiones todavía no tiene culpables. Recuerdos de una jornada histórica.

  • Mariano Armagno
Por: Milva Benitez

“En un momento, quedamos atrás de un árbol con Elsa de Manzotti y con Cotita, que ya tenía 90 años y hoy está fallecida. Cuando nos dimos vuelta teníamos toda la infantería apuntándonos, y pudimos salir porque los de radio La Tribu estaban transmitiendo con un camionetita y nos vinieron a buscar”, contó a Infojus Noticias Mercedes "Porota" de Meroño, una de las Madres de Plaza de Mayo que el 20 de diciembre de 2001 sufrió la represión con la que De la Rúa terminó su gobierno.

¡La plaza es de las Madres, no de los cobardes!, cantaban ellas. Caminaban con los brazos entrelazados y avanzando en una única fila en la plaza de sus luchas. Avanzaban en medio de las balas, los gases y los palazos policiales. En el juicio por los homicidios ocurridos durante la represión, ante el Tribunal Oral Federal 6, muchos testigos recordaron que decidieron salir a la calle cuando vieron que las mujeres de pañuelo blanco eran atacadadas por la policía montada.

 

 

Las lesiones de las que fueron víctimas las Madres no forman parte del juicio que desde febrero se realiza en los tribunales de Comodoro Py. En 2006, la Cámara penal de Apelaciones confirmó la falta de mérito que benefició a los veintisiete integrantes de la Montada que participaron del operativo. Consideraron que no existían en el expediente pruebas suficientes para procesarlos, ni para sobreseerlos.

En la denuncia, encabezada por Hebe de Bonafini, siete Madres declaran que la plaza de Mayo es “el lugar histórico de nuestros reclamos” y piden a la Justicia que identifiquen a los “autores materiales de las agresiones”; pero también y sobre todo a quienes “quienes dispusieron el estado de sitio” y  “a quienes dieron la orden de reprimir y que nada hicieron para evitar las muertes”.

La  investigación sigue abierta y está en manos de la fiscalía en lo Criminal y Correccional 5. En esa causa, la situación procesal de De la Rúa aún está pendiente de resolución: en primera instancia y en la Cámara consiguió un sobreseimiento, pero la fiscalía y los familiares de las víctimas representados por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) apelaron. La cuestión está en la Corte Suprema, pendiente de resolución. 

Ese día, la sangrienta represión ordenada por el gobierno se cobró –en manos de la Federal– las vidas de Alberto Márquez, Gastón Riva, Carlos Almirón, Ariel Benedetto y Diego Lamagna. En el conurbano bonaerense y en las provincias también hubo muertos, en total fueron entre 36 y 39 las personas que fallecieron. El debate oral que tiene a un funcionario político entre los acusados, el ex secretario de Seguridad, Enrique Mathov, y a 16 ex policías de la Federal, se circunscribe a los caídos a escasos metros de la Casa de gobierno.

Genesis de la represión

La mecha la encendió De la Rúa la noche del 19 de diciembre al anunciar el estado de sitio. Entonces, jóvenes, familias completas, militantes, trabajadores y estudiantes salieron a la calle. “¡Que se vayan todos!”, pedían. Esa madrugada, frente al Congreso nacional, los policías de la Federal dispararon las primeras balas contra los manifestantes. Pero estos casos, tampoco forman parte del juicio.

Enteradas de las detenciones, el jueves 20 de diciembre las Madres decidieron adelantar la tradicional marcha semanal.  A las 10.30 estaban en la plaza. A las 11, “nos tiraron los caballos encima” y “nos dispararon con balas de goma”, contó  Porota.

–Me dieron–, le gritó ese día una de sus compañeras de lucha, Evel “Beba” de Petrini. Los policías a caballo arremetían.

–No digas nada–, le dijo Mercedes y agregó: –seguí caminando.

Beba tenía, a la altura de la cintura, las marcas de cuatro balazos de goma.

“Cuando llegaron a la Fundación, quedaron encerradas porque estaban rodeadas por efectivos de la Federal.  Otras, que escaparon a la redada, se presentaron para marchar en la plaza como todos los jueves. A eso de las tres de la tarde, unas pocas llegaron a la pirámide. “Todavía no se como, pero unas pocas pudieron entrar”, contó  Celia “Chela” de Prosperi.

La represión seguía, a esa hora la ferocidad se estaba por traducir en muertes. Entre la casa de Gobierno y la avenida 9 de Julio, Diego Lamagna, Carlos “Petete” Almirón y Gastón Riva caían por las balas policiales. A las 19.52 de la tarde, cuando De la Rúa dejó el gobierno, a ellos se habían sumado como víctimas fatales Gustavo Benedetto y Alberto Márquez.

Volver a la plaza

Imagen: Raúl Ferrari

Las imágenes muestran el momento en el que Gonzalo Martínez abandonó su rol de fotógrafo, para abrazar por los hombros y ayudar a la Madre de Plaza de Mayo de Línea Fundadora, Aurora Morea de Pedrini, a alejarse de los gases. “Nos llevamos los dos”, dice Gonzalo ahora, treces años después, y a un mes de volver a encontrarse con ella. “Fue un momento, no lo pensé, actué desde lo afectivo”, dijo a Infojus Noticias .

Era cerca del mediodía, y otras Madres habían llegado a la plaza. Aurora, estaba con su hija Noemí Pedrini, y con una de sus nietas, que por entonces tenía 16 años. “Íbamos con Enriqueta (Maroni) y Marta Vázquez, en un momento quedamos frente a una hilera de policías a caballo. Mamá iba con el pañuelo y un bolsito blanco, algo les gritó”, recordó Noemí.

"Había como 8 caballos en hilera, malas caras", contó Marta Vázquez . "Nos paramos frente a ellos, desafiándolos. Dimos un paso y nos tiraron unos gases tan fuertes que nos caímos al suelo”. Como Gonzalo, Noemí se abrazó a Enriqueta. Apenas alcanzaban a respirar. “Antes de volver a mi casa ya me había enterado que había muertos; no en la plaza, sino cuando empezamos a recorrer otras calles del centro”, contó Noemí.

“Fue un momento muy terrible”, resume Marta. “No sabíamos qué podía pasar”.   

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