Se cumple un nuevo aniversario de “La noche del apagón”, el operativo represivo organizado en tres localidades jujeñas, donde fueron secuestradas unas 400 personas. La Justicia investiga la complicidad del empresario Carlos Blaquier, jefe del Ingenio Ledesma.
Las localidades jujeñas de Libertador General San Martín, Calilegua y El Talar padecían hace 39 años un hecho conocido como "La Noche del Apagón", un operativo represivo en el cual fueron secuestradas 400 personas, y que contó con la complicidad del ingenio azucarero Ledesma, propiedad de Carlos Blaquier.
Entre el 20 y el 27 de julio de 1976, efectivos del Ejército, Gendarmería y la Policía capturaron a dirigentes sociales, políticos y trabajadores del ingenio, y muchos de ellos fueron trasladados en camionetas que eran propiedad de la empresa.
A algunos de los secuestrados se los trasladó a cárceles y comisarías de Jujuy, y otros estuvieron alojados dentro de las instalaciones del complejo de Ledesma, en tanto que al día de hoy 30 de las personas que resultaron apresadas durante esa semana continúan desaparecidas.
El operativo se inició en la medianoche del 20 de julio con un apagón en las tres ciudades aledañas al ingenio. Al principio, los habitantes creían que se trataba de un simple corte de energía, hasta que comenzaron a escucharse las frenadas de vehículos y gritos procedentes de varias viviendas.
Uno de los capturados en esa semana fue el médico Luis Arédez, ex intendente de Libertador San Martín que durante su gestión intentó que el municipio le cobrara impuestos a la firma de los Blaquier.
Arédez llegó con su esposa Olga a Jujuy, en 1958, y se incorporó al ingenio, pero por su lucha en pos de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores resultó despedido.
Lo echaron por "entregarles demasiados remedios" a los trabajadores, pero siguió allí, en el pueblo, donde desarrolló un intenso trabajo contra la bagazosis una afección derivada del residuo de la caña de azúcar que afecta a las vías respiratorias.
Luis quedó detenido después del golpe del 24 de marzo de 1976 y liberado a los pocos días, pero lo apresaron el 27 de julio de ese año en el marco de este accionar apoyado por la empresa que controla aún hoy la economía de la zona.
"Vi las camionetas de Ledesma actuando con total impunidad, acorralando gente y llevándosela en sus móviles. Luego eran conducidas a la base de Gendarmería que estaba adentro del ingenio", testificó Ricardo Arédez, hijo de Luis y Olga ante la Justicia.
Lo último que se supo de este facultativo comprometido con los padecimientos del pueblo es que se hallaba en la cárcel de Villa Gorriti, en Jujuy, en octubre de 1977, y desde entonces está desaparecido.
Olga se quedó sola con sus cuatro hijos y comenzó a reclamar por la suerte de su compañero, y con un pañuelo blanco en la cabeza recorría todos los jueves la plaza principal de Libertador General San Martín.
Durante años marchó sola, hasta que los jóvenes de la localidad, sensibilizados por su lucha, se le acercaron y formaron el CAPOMA (Centro de Acción Popular Olga Arédez por los Derechos Humanos).
Además de reclamar justicia, inició acciones legales contra la empresa de los Blaquier por el perjuicio que la bagazosis provocó en la población local.
Olga murió en marzo de 2005, en Tucumán, de un tumor originado como consecuencia de una enfermedad derivada por el bagazo, ese residuo de la zafra que afectó a tantos trabajadores azucareros.
La lucha por la Verdad, la Memoria y la Justicia logró que en 2012, Carlos Blaquier resultara procesado en el marco de una causa de lesa humanidad por la Noche del Apagón.
Cuando el magnate se encontraba cerca de ir a juicio oral por su responsabilidad directa en el secuestro de 29 personas, la Sala IV de Casación le dictó la falta de mérito, en marzo de este año.
Sin embargo, los representantes del Ministerio Público Javier De Luca y Ricardo Wechsler, presentaron dos recursos extraordinarios para que la Corte Suprema analice esta resolución que benefició a Blaquier, y su ex administrador, Alberto Lemos.
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