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La jueza Patricia Ana Larocca absolvió esta tarde a Roberto Ruiz, el único imputado en el juicio por amenazas y daños al jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en el marco de un escrache ocurrido el 2 de junio del año pasado. Por el ataque, Rodríguez Larreta había acusado a miembros de La Cámpora, cuando en realidad los agresores eran hinchas del Club Comunicaciones que militaban para el PRO a cambio de apoyo para su club, en quiebra desde el año 2000.

Esta tarde, minutos antes de las 17, Larocca, titular del Juzgado Penal, Contravensional y de Faltas N° 12, leyó el veredicto absolutorio de Ruiz, el único imputado en la causa que llegó a juicio. El otro acusado era Daniel Kocik, que solicitó la suspensión del juicio del proceso a prueba, que le fue concedido. El fiscal, Norberto Brotto, había pedido seis meses de prisión efectiva para Ruiz.

El imputado escuchó el veredicto acompañado por su abogado, Adrián Albor. Durante su alegato, realizados después del mediodía, Albor realizó dos planteos: uno apuntaba a la absolución de su defendido, y el otro, a la nulidad del requerimiento fiscal.

En cinco días se conocerán los fundamentos del fallo. Luego el fiscal tendrá diez días para presentar, si es que lo considera pertinente, la apelación al veredicto de Larocca.

El juicio llamó la atención por la escasa presencia de público, testigos y funcionarios, muchos de los cuales no se presentaron. Ayer dieron su testimonio tres, hoy seis. De hecho, el propio Rodríguez Larreta no se presentó a las audiencias.Todos los testigos se refirieron a los hechos ocurridos la mañana del 2 de junio en el bar Ruta

Todos los testigos se refirieron a los hechos ocurridos la mañana del 2 de junio en el bar Ruta 40, en Nazca 2235, en Villa del Parque. Ese día, el jefe de Gabinete tenía una reunión con vecinos del barrio. En un momento irrumpió un grupo de hombres que lo increparon. Comenzaron a lanzar sillas, huevos y golpes al voleo.

Entre los gritos que muchos de los testigos escucharon hubo uno que llamó la atención y fue repetido varias veces durante las audiencias: “Hijo de puta vendiste al club”.

Era en referencia a un arreglo que los miembros del PRO habían hecho con los socios del club Comunicaciones. Ellos salvaban a la institución del pedido de quiebra que tenía y los socios militaban para la agrupación de Mauricio Macri. Pero a último momento, los dirigentes del PRO habrían llegado a un acuerdo con otro grupo. Sobre el hecho sobrevuela el fantasma de un millonario negocio inmobiliario. Para los socios de Comunicaciones de nada pareció haber servido el ponerse las camisetas amarillas, ido como fiscales a las elecciones presidenciales de 2011, o a bailar al bunker de la agrupación macrista.