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“La fiscalía está convencida de que el acusado mató a su amante ahorcándola con una media de seda”, dijo la representante del Ministerio Público Fiscal.

Del lado derecho del escenario, el acusado y su defensa. Del  lado izquierdo, la fiscal y las doce  personas del jurado. Pareció real pero la mayoría de los que estaban eran actores repitiendo un guion. Fue el simulacro de juicio por jurados que organizó el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires. Después habló el juez Gustavo Letner, que hizo de sí mismo:

-En este juicio hay dos jueces. Yo soy el juez del derecho y ustedes, el jurado, juez del hecho. Lo que digan los abogados no deberá ser tomado como prueba. No deben formarse una opinión hasta no escuchar la totalidad de las pruebas que se presentarán. El imputado no declara bajo juramento por lo que lo que diga puede o no ser verdad.

Las personas que llegaron a la sala del Centro Cultural San Martín para hacer el rol de jurado no eran expertos en Derecho. Los requisitos para inscribirse fueron ser argentino, mayor de edad, saber leer y escribir, contar con pleno ejercicio de los derechos políticos, tener domicilio conocido y una residencia inmediata no inferior a cuatro años en la Ciudad.

Mariana Teri tiene 45 años y se define como “ama de casa”. Cuando le llegó un mail que la invitaba a participar del simulacro dijo que sí. Fue una de las cien personas que aceptaron, y una de las doce que salieron sorteadas. “Aunque no soy experta, me gusta leer en diarios sobre temas judiciales. Que yo forme parte de este jurado creo que es una verdadera democratización”, dijo a Infojus Noticias.

El caso tratado en el simulacro se tomó de un juicio real de homicidio simple que ocurrió en 2013. El expediente fue adaptado para los intérpretes de lujo: Lito Cruz en el rol de testigo y Fabián Vena como imputado. También participaron otros actores, como Alejo Ortiz, Francisco Donovan y Victoria Moreteau.

Los hechos que figuraban en el guion fueron la información para los actores. Todo lo demás fue  improvisado. El público también era real, en su mayoría formado por los que habían sido llamados a concurso pero no quedaron entre los doce. Entre el público aparecieron  otros actores: Leticia Bredice y Juan Acosta.

Involucrar a los ciudadanos

El Consejo de la Magistratura porteño tiene una Comisión Redactora ad honorem para la proyección de una norma que instituya y regule el juicio por jurados en la CABA, como ya poseen Córdoba, Neuquén y Chubut, y la provincia de Buenos Aires. El juicio por jurados es una forma de juzgamiento muy antigua -figura en la Constitución de 1853-, y establece que un grupo de vecinos del lugar del hecho decidan si el hecho realmente existió y si el acusado de haberlo cometido es culpable o inocente.

Antes de fin de mes, el proyecto de juicios por jurados en la Ciudad  podría ser realidad. “El objetivo es concientizar sobre esta herramienta e involucrar a los ciudadanos en el Proceso Penal”, dijo Juan Manuel Olmos, presidente del Consejo de la Magistratura CABA.

“Creo que este tipo de juicios pueden funcionar en la Argentina y es bueno que pase, ya que no es lo mismo que decida una sola persona a que decidan doce. Además esto hace que la sociedad participe y entienda la idea de que una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Porque la antítesis  es el proceso militar, en el que sos culpable hasta que demuestres lo contrario”, dijo Cruz a Infojus Noticias.

Después del desfile de testigos,  llegaron los alegatos. La fiscal Daniela Dupuy y la defensora Paula Lagos manejaron los tempos y dieron golpes de mirada, movieron el tono de voz al ritmo de la argumentación.  

A cuatro horas del comienzo del juicio, el jurado eligió a un delegado para dar el veredicto. Sebastián Ghelerman de 32 años, antropólogo que trabaja con sistemas operativos, es el que habló:

-No culpable

 El público aplaudió como si terminara de ver una obra. Algunos se pusieron de pie.