Infojus Noticias

Gustavo Santillán, detenido por el crimen de su ex  pareja Fátima Catán, ocurrido en Villa Fiorito en 2010 cuando ella estaba embarazada, pidió a la Justicia que le concedan el arresto domiciliario. El juez de la causa deberá decidirlo en los próximos días. Los peritajes de la policía lo comprometen aún más en la causa.

“Santillán pidió una morigeración de la prisión preventiva en base a que se terminó la investigación y se está a un paso de la elevación a juicio oral”, dijo a Infojus Noticias Gabriel Juricich, abogado de Elsa Geréz, la mamá de Fátima. “Nosotros presentamos la oposición a este pedido, porque consideramos que hay posibilidad de amenazas y peligro de fuga. Santillán trabaja en Intercargo, en el aeropuerto de Ezeiza, tiene contactos y puede irse”, agregó.

El lunes, el abogado estuvo en la audiencia en la que la defensa de Santillán solicitó la medida ante el Juez de Garantías de Lomas de Zamora. En esa audiencia la defensa sostuvo que Santillán está en condiciones de ser beneficiado con un arresto domiciliario porque la investigación está terminada y no existen riesgos procesales.

Santillán estuvo presente en la audiencia y le aseguró al juez que él no se va a escapar. Hasta que el magistrado decida qué hacer con el pedido –algo que podría suceder en los próximos días- Santillán continuará detenido y procesado por el delito de "homicidio en el contexto de violencia familiar" en perjuicio de Fátima, quien al momento del hecho estaba embarazada de cinco semanas.

El lunes, mientras se realizaba la audiencia, Elsa esperó a su abogado en los pasillos de los tribunales de Lomas de Zamora, donde también estaban los familiares de Santillán. “No entiendo por qué pide lo que pide si él estaba perfectamente consciente cuando hizo lo que hizo con mi hija y mi nieto”, dijo la mujer a Infojus Noticias en relación a lo que sucedió el 18 de agosto de 2010 cuando Fátima habría sido rociada con alcohol por Santillán quien luego la habría prendido fuego.

“Santillán llamaba a los chicos: “bichos”, no le gustaban”, explicó Elsa quien cree que esa situación puede haber contribuido a que Santillán agrediera a Fátima de la manera que lo hizo.

Cuando sucedió el hecho, Elsa hacia un año y medio que no le hablaba a su yerno. Dejó de tratarlo luego de que él golpeara a Fátima y la dejara toda ensangrentada y encerrada en la casa que compartían y de donde la rescataron unos amigos. Estuvieron seis meses separados y luego Fátima volvió a la casa de Santillán en Murature 1628 en Villa Fiorito.

“El la mató, yo estoy segura que fue él y sigue siendo él”, agrega la mujer que describe al dolor por lo que sucedió como una “perforación”.

Cuando dictó la prisión preventiva de Santillán, el juez Vitale dio por probado que el imputado "roció el cuerpo de Fátima con una sustancia inflamable y acto seguido inició un foco

ígneo sobre aquella".  Consideró que el acusado tuvo "el inequívoco fin de segar la vida de quien en vida era por entonces su concubina, Fátima, la que cursaba un embarazo de cinco semanas de gestación, provocando quemaduras en el 85 por ciento de su superficie corporal y vía aérea superior".

“Yo confío en la justicia, en los jueces, en los fiscales. Yo estoy muy conforme con la forma en que se viene haciendo todo. Y voy a pelear hasta el final para que pase hasta el último de sus días en la cárcel. No voy a parar hasta que lo condenen y verlo cuando lo trasladen a un penal de máxima seguridad”, concluyó Elsa.