La primer denuncia la hizo el portero del edificio donde vive Sebastián, en Villa Urquiza, cuando encontró varios gatos muertos dentro de una bolsa de consorcio. A partir de ahí se fueron sumando otras de personas que por la red social le dió sus mascotas en adopción. Investiga la Unidad Fiscal Norte Equipo H. Si se comprueba el delito de crueldad animal, puede ir preso hasta un año.
“Te comunicaste con el matagatos, deja tu mensaje”, dice el contestador automático de Sebastián. Desde hace una semana nadie atiende ese teléfono y coincide con la denuncia que hizo el portero, en la comisaría 32, por los gatos muertos que encontró en una bolsa del departamento donde vive Sebastián. Notó que varias veces sacaron bolsas muy pesadas con una consistencia extraña: dentro, había pedazos de carne. A partir de esa primera denuncia llegaron otras y ahora son más de treinta personas las que dicen que en el último mes le dieron en adopción sus gatos. El caso llegó el miércoles a la unidad fiscal Norte Equipo H, que hoy allanó la propiedad de Villa Urquiza.
Antes de ocuparse de adoptar gatos, Sebastián organizaba el Festival Fábrica de Fallas, que agrupaba a los defensores de la “cultura libre” y el “copyleft”. También trabajó en una radio comunitaria hasta hace dos años, cuando lo echaron después de varios episodios violentos. “Cuando discutía, enseguida insultaba y las reuniones con él terminaban en bardeadas y gritos. Era un tipo muy sacado. Era violento con todos en general: no solo con las personas en el ámbito laboral sino también en lo personal y con sus novias”, dijo a Infojus Noticias una persona que lo conoció en su espacio de trabajo.
Después de trabajar en la radio durante varios años, y seguir con su carrera de Antropología en la UBA, entró al Centro Cultural San Martín asignado al área de atención al público en el teatro 25 de mayo. Allí también tuvo un episodio violento y por eso su jefe fue a declarar en la causa de los gatos. Desde entonces que no va a trabajar porque le dieron licencia.
“Sebastián me adoptó hace un mes una gata que rescaté de la calle. La llevé hasta su domicilio, hablé con él, me mostró que le había preparado su platito de agua y comida y hasta me firmó un acuerdo de Adopción Responsable. Al día siguiente me escribió haciéndose el apenado y el dolido, que la gata se había suicidado tirándose de una ventana, que una vecina le tocó el timbre para informarle que había aparecido una gatita fallecida en su terraza y que la había llevado a enterrar a la plaza y que estaba muy triste pidiéndome disculpas por lo que sucedió”, publicó Lola Brigandi, una de las denunciantes, en el muro de Facebook de Gatos en Adopción, una de las denunciantes.
Sebastián vive hace siete años en el departamento de Villa Urquiza, y desde hace un tiempo con su novia. Los vecinos dijeron que todo el tiempo escuchaban gritos de gatos y perros. Los porteros aseguran que, desde que se confirmó la sospecha, no lo vieron entrar al cuarto piso. Otros vecinos dicen que sí lo vieron: que se rapó y anda sólo por el barrio por la noche. También contaron que vieron a su novia caminando con una gatera.
“Todos los meses adopta gatos con compromiso de seguimiento y a las horas de su adopción te bloquea, no solo eso sino que también pide animales todo los meses, cuando se les pide explicaciones de que hizo con los animales nos damos cuenta que estamos bloqueados” dice la advertencia que circula por las diferentes páginas de proteccionistas alertando sobre Sebastián, junto a su foto.
Si bien no tiene radicadas denuncias por violencia de género, varios relatos de conocidos de Sebastián concuerdan en que su perfil es el de una persona violenta. “El matrato hacia los animales es solo un reflejo de la forma que las personas tienen de relacionarse con los demás seres”, dijo a esta agencia, Gerardo Biglia, abogado del Centro de Prevención de Crueldad Animal y agrego que “la cantidad de animales que se le entregaron más de 25 gatos en adopción. Hay una estadística en Estados Unidos que dice que no todas las personas que maltratan animales van a terminar maltratando personas, pero todas las personas que maltrataron humanos tienen causas de maltrato a animales”.
Desde el Ministerio Público Fiscal informaron que como el caso trascendió en las redes sociales de una manera inesperada decidieron no dar declaraciones sobre la situación de la causa, ya que la difusión de la dirección de la vivienda y el número de teléfono de Sebastián no ayudan en la investigación. Desde la dirección del Centro Cultural San Martín dijeron coincidieron: “Después de declarar con el fiscal preferimos no dar declaraciones y que la investigación siga por la vía judicial”.
Biglia acompaña a los denunciantes en la causa y conoce cientos de perfiles de maltratadores: “Imaginamos que debe tener algún problema psicológico por su reiteración en las adopciones, pero eso se sabrá después de las pericias psiquiátricas”. Si la fiscalía considera que es imputable podrá ser penado por la ley 14346 de crueldad animal, que prevé prisión de quince días a un año al que haga víctima de actos de crueldad a los animales.