Sólo en uno de esos lugares, en Esmeralda y Lavalle, el equipo del Programa Nacional de Rescate junto con la División Trata de Prefectura Naval Argentina, rescataron a quince mujeres que eran explotadas sexualmente.
Cuando el “volantero” vio llegar los camiones de Prefectura Naval no hizo a tiempo para subir los dos pisos del edificio antiguo de Esmeralda y Lavalle. El hombre, que salía a buscar “clientes” y pegar volantes en los teléfonos públicos, también hacía de “campana” y alertaba a los encargados ante cualquier movimiento extraño. Ayer por la tarde estaba solo y quedó aprehendido. Tuvo que dar explicaciones sobre la actividad de cuatro de los trece departamentos del edificio. Dos en el primero y otros dos en el segundo piso eran destinados a la explotación sexual de mujeres. El equipo del Programa Nacional de Rescate junto con la División Trata de Prefectura Naval Argentina, rescataron solo en este lugar -denominado como VIP- a quince mujeres. El escenario se repitió en 20 direcciones más. Todas en pleno centro porteño. Al cierre de esta nota no se sabía aún cuántas mujeres fueron rescatadas en total.
Con un el logo de una manzana mordida, el prostíbulo funcionaba tras la máscara de “masajes y spa”. En uno de los departamentos había cinco habitaciones. Estaban equipadas con camillas para masajes, duchas y baños con hidromasajes. Habían sido acondicionadas con distintos colores y diseños. Cada una de las piezas abordaba una temática: “Fuego”, “Arena”, “Cielo”, “Clásica”. En los espejos se anunciaba “No pague por sexo”. Sin embargo, en un cuarto en refacción estaba escondida una bolsa de consorcio grande “de descarte”: con preservativos usados, envoltorios y papel absorbente. Los indicios de que se trataba de un prostíbulo eran claros. En otro departamento, las habitaciones estaban iluminadas con diferentes colores: roja, azul. Desde la ventana de uno de los cuartos podía verse el mítico cine Monumental Lavalle.
La temática Mundial había llegado al prostíbulo VIP. En la recepción colgaban globos celestes y blancos, en el espejo de la entrada estaba pegada una foto de la selección argentina y hasta habían armado un mensaje de aliento con cartulina: ¡Vamos Argentina! Cerca de los adornos mundialistas también había un “corcho” con nombres. Salma, Gaia, Valery, Lulu. Allí los proxenetas volcaban la información de las mujeres del prostíbulo, a las que denominan “plantel”. En un cuadro anotaban los nombres de fantasía de las chicas y las vías de comunicación por la que podía haber llegado el “cliente”: un teléfono en la vía pública, un anuncio en la web o un aviso de oferta sexual encubierto en un diario. Una de las formas de publicidad que tenía esta red era a través de avisos clasificados que publicaban en el diario Clarín camuflados bajo“cuidados del cuerpo”.
El prostíbulo de la calle Esmeralda tenía una web donde mostraba fotos de las mujeres con la cara tapada o borroneada, juntocon las comodidades de las habitaciones. En Facebook, los “clientes” evaluaban su estadía y los “servicios”. 364 personas le habían puesto me gusta. “Qué hermosa y terrible bebota”, escribió un hombre en el muro. Otros consultaban la dirección, que no figuraba en la información de contacto. También tenía cuenta de Twitter y de Youtube.
Los cuatros departamentos formaban parte de una red de prostíbulos de lujo. “Acá hay mucha plata puesta”, dijo a Infojus Noticias una fuente de la investigación. En la recepción de uno de los departamentos había seis líneas de teléfono y cámaras de seguridad que monitoreaban cada habitación de los otros pisos. Era, también, un lugar conocido en el ambiente prostibulario. Si se escribe en Google la dirección exacta, el buscador arroja los pisos y números de los departamentos, junto con páginas en inglés y portugués.
En el allanamiento, además de las víctimas que eran explotadas sexualmente, había dos mujeres más. Una de ellas era la encargada de limpieza del lugar. Mientras los policías la acompañaban para tomarle declaración, lloraba sin consuelo. Otra, dijo haber ido hasta allí a vender productos.
En el edificio donde funcionaba este prostíbulo VIP tiene su estudio el abogado Miguel Angel Pierri. Con el celular en la mano, salió a los gritos a quejarse de lo que estaba pasando. También lo hizo a través de su cuenta de Twitter. En julio del año pasado ya se había hecho un procedimiento en uno de los pisos del prostíbulo VIP. Ayer, además del operativo desplegado en Esmeralda y Lavalle, se allanaron domicilios en departamentos de la calle Perón al 1500. El megaoperativo llevó la firma de Rodolfo Canicoba Corral, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº6. También intervinieron operadores judiciales de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX).
Desde 2011 la Justicia viene cortando los tentáculos de esta red. Todos los prostíbulos allanados ayer estaban en la trama urbana de la ciudad donde el consumo de sexo parece ser parte del paisaje. Uno de los lugares tenía enfrente un cine de películas XXX y, al lado, un sex shop. En la esquina había un tacho de basura encorsetado con avisos de “departamentos privados” invitando a los clientes a pagar por sexo.