La Academia de Ciencias de Suecia entregó el galardón en Economía al escocés que busca explicar las decisiones económicas individuales y cómo las sociedades miden y analizan el bienestar y la pobreza. "La ausencia de capacidad estatal es una de las principales causas de pobreza y marginación alrededor del mundo”, dijo en uno de sus artículos.
La Academia de Ciencias de Suecia otorgó el Premio Nobel de Economía de 2015 al escocés Angus Deaton “por su análisis del consumo, la pobreza y el bienestar”, trabajo clave para establecer políticas públicas en algunos países. La base de su análisis se basa en explicar las decisiones económicas individuales –especialmente cómo gastan sus ingresos las personas– y cómo las sociedades miden y analizan el bienestar y la pobreza.
Entre la publicaciones del economista que este mes cumplirá 70 años, se subraya la importancia del rol del Estado en la felicidad de los ciudadanos y la diferente visión sobre la austeridad que tienen quienes viven en países con prestaciones de salud garantizadas a quienes tienen gobiernos que no aseguran las prestaciones básicas. "La ausencia de capacidad estatal es una de las principales causas de pobreza y marginación alrededor del mundo. Sin estados eficaces que trabajen junto a ciudadanos activos y comprometidos, hay pocas probabilidades de que tenga lugar el crecimiento que se necesita para eliminar la pobreza mundial", afirmó en 2013 en un artículo publicado titulado "Estados débiles, países pobres".
En el mismo artículo (publicado en Prodavinci.com) también cuestionó la "ayuda externa" que reciben los países para, por ejemplo, mantener los servicios de salud al considerar que: "Este tipo de ayuda debilita lo que más necesita la gente pobre: un gobierno eficaz que trabaje con ellos para el presente y el futuro". En su visión, los países ricos deberían reducir las ayudas a los países pobres, limitar el tráfico de armas, mejorar las políticas comerciales y de subvención, facilitar el asesoramiento técnico no vinculado a la ayuda y desarrollar mejores medicamentos.
"Desafortunadamente, los países ricos del mundo están empeorando las cosas en la actualidad", agregó el profesor que ejerce en la Universidad de Princeton, en la cátedra de Asuntos Internacionales y en la de Economía Internacional. "La ayuda externa -las transferencias de los países ricos a los países pobres- tiene un gran mérito, especialmente en términos de la asistencia médica, gracias a la cual, muchas personas, que de otra manera habrían muerto, están vivas hoy en día. No obstante, la ayuda externa también debilita el desarrollo de la capacidad estatal local", sentenció.
Télam/JC