En 2008 se sancionó una ley que configuró a la trata como un delito federal. Las políticas de Estado pusieron el foco sobre el tema e incorporaran la atención y la asistencia a las víctimas como uno de los parámetros para combatir las redes del crimen organizado. Lo que se ha hecho en estos seis años y lo que queda por hacer.
Desde que se sancionó en 2008 la ley que persigue la trata de personas, 7.269 personas fueron rescatadas de las redes del crimen organizado donde fueron explotadas como mercaderías sexuales u obligadas a trabajar por suelos de hambre (o por nada) en talleres textiles, plantaciones agrícolas, hornos de ladrillos o el trabajo doméstico. En el día internacional contra la explotación sexual y el tráfico de mujeres y niños/as la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata organizó una campaña de concientización sobre el tema en las redes sociales.
La consigna es que los usuarios de facebook y twitter suban una foto con el hashtag #YoLeDigoNoALaTrata a la cuentas del Ministerio: @jusgobar y facebook.com/jusgobar. La campaña conmemora que, desde 1999, cada 23 de septiembre se conmemora la lucha contra este delito en reconocimiento a nuestro país por la sanción (en 1913) de una de las primeras legislaciones que lo persiguió. Impulsada por el diputado socialista Alfredo Palacios la norma imponía penas de hasta 15 años de prisión si la víctima era menor de 12 años.
En 2008, la sanción de una ley que configuró a la trata como un delito federal, vino a consolidar esta tradición. Desde entonces, una serie de políticas de estado volvieron a poner el foco sobre el tema e incorporaron la atención y la asistencia a las víctimas como uno de los parámetros para combatir las redes del crimen organizado.
Desde su creación, la oficina de rescate del ministerio de Justicia y Derechos Humanos encabezada por Zaida Gatti asistió y acompañó a 808 niños o niñas y 6461 adultos, todos ellos encontrados durante los allanamientos ordenados por la Justicia y acompañados por el equipo hasta que declaran en las causas que los tienen como testigos fundamentales. El 54% de las víctimas son de nacionalidad extranjera (3925).
La mayoría de las 3672 víctimas rescatadas de privados o prostíbulos (a veces bajo la fachada de bares, whiskerías o pubs, por ejemplo) son mujeres jóvenes pero, generalmente, mayores de 18 años. Aunque algunas de ellas han crecido en manos de traficantes que las violaron y quebrantaron física y psíquicamente.
Las restantes 3570 personas, fueron rescatas en situaciones de explotación laboral o en condiciones de reducción a la servidumbre, donde se encontraron también la mayor cantidad de menores de edad. Los datos globales consignan que en casi siete años, el 51% de las personas rescatadas eran víctimas de explotación sexual, mientras que el 49% restante eran sometidas a explotación laboral. En lo que va de este año fueron liberadas 1.202 personas que eran sometidas a distintas formas de esclavitud.
Los operadores que intervienen en estos allanamientos deben prestar especial atención a las condiciones laborales en las encuentran a los niños o niñas cuando tienen entre 16 y 18 años. Es que la legislación habilita que a partir de esas edad trabajen, pero con autorización de sus padres y con algunas restricciones: no pueden hacerlo de noche (entre las 20 y las 6), ni más de 6 horas diarias y 36 semanales en zonas urbanas y 32 semanales en zonas rurales.
Los esclavistas modernos, que lucran con las vidas ajenas, lo hacen a la vista de todos. En Internet, en avisos callejeros o en locales identificados como bares, pubs o whiskerías se refugian hombres dispuestos a pagar para usar el cuerpo de mujeres drogadas, doblegadas y sometidas a condiciones de vida en extremo vulnerables o, no son pocos los que conocen a capataces dispuestos a explotar a otros para su patrón, en tiempo de cosecha o en talleres clandestinos que sirven como viviendo a familias completas. Están en todas partes, no son difíciles de identificar, comercian con la vida de otros y quien vende tiene que mostrar.
En 2012, el Ministerio habilitó la línea gratuita 145 para recibir denuncias desde cualquier punto del territorio nacional, que atiende las 24 horas del día. El número de llamados en lo que va del año ascendió a más de 950 y se convirtió en una herramienta para el inicio de acciones judiciales que derivaron en el rescate de nuevas víctimas. Las operadoras telefónicas asignadas a la atención de llamadas son profesionales -psicólogas y trabajadoras sociales- con especialización en la temática de trata de personas, con perspectiva de género y formación en derechos humanos. Y reciben estas denuncias de manera anónima si el denunciante así lo realiza.
A mediados de 2011, el mercado de las vidas ajenas encontró un nuevo tope. Un decreto presidencial prohibió la publicación de avisos de oferta sexual en los medios (conocido como “Rubro 59”). Desde entonces, en la órbita del ministerio de Justicia y Derechos Humanos funciona una dependencia encargada del monitoreo de estas publicaciones.
Hasta agosto de este año, suman 5609 los avisos de comercio sexual que han sido judicializados, ya sea a través de requerimientos de información por parte de fiscalías, juzgados y/o el Ministerio de Seguridad de la Nación en el marco de causas y/o investigaciones preliminares en las que se investiga la trata de personas (3558 avisos) o mediante denuncias penales formuladas por la Oficina (2051 avisos).
“Son los medios gráficos de mayor tirada del país quienes concentran el mayor porcentaje de avisos en presunta infracción”, informaron desde la oficina que coordina María Chantal Stevens. Pese a la prohibición, durante el mes de mayo de este año, el 14 por ciento de los medios gráficos publicó avisos en presunta infracción. De ese total, la mayoría de las publicaciones fueron identificadas en los diarios La Capital de Rosario (Santa Fe) (31% del total); el diario Clarín, con el 30%; La Voz del Interior de Córdoba, con el 6% y La Capital de Mar del Plata con el 11% de las publicaciones no permitidas. El 87% de los medios gráficos restantes no publicaron anuncios de oferta sexual.
Ahora, la mira está puesta sobre avisos que aparecen en el Rubro 37 de "Servicios y ocupaciones varias”. Los mismos teléfonos que antes aparecían vinculados abiertamente a la oferta sexual se reciclaron ofreciendo servicios de “masajes”, “compañía”, “bailarinas” o “promotoras”. Esto motivó que la oficina trabajara en la capacitación y sensibilización en la materia, en total intervinieron en 172 talleres dirigidos tanto a la población que puede ser víctima de estos engaños como a jóvenes en la búsqueda de empleo, y a estudiantes cursando los últimos años de la escuela secundaria, y a agentes multiplicadores, como estudiantes de las carreras de periodismo y comunicación social y docentes. En total, 7661 personas fueron alcanzadas por estas iniciativas.