El embajador argentino en Rusia envió una carta al Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país. Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi continúan detenidos y hoy se reunieron con el cónsul argentino.
El embajador argentino en Rusia, Juan Carlos Kreckler, envió una carta al Ministerio de Relaciones Exteriores ruso “solicitando la liberación” de los activistas de Greenpeace Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, según informaron fuentes de la Embajada a Infojus Noticias. Mientras tanto, ellos esperan en una oficina del Comité de Investigaciones Federal de Rusia en la ciudad de Murmansk. Allí están detenidos junto a otros 26 activistas de Greenpeace y hoy se reunieron hoy con el cónsul argentino en Rusia.
Ayer al mediodía (hora argentina) el barco de Greenpeace Artic Sunrise llegó al puerto de Murmansk remolcado por un buque guardacostas. En él viajaban los 28 ambientalistas detenidos la semana pasada en el Ártico cuando intentaban abordar una plataforma petrolera de la empresa estatal Gazprom.
El jefe consular argentino, Jorge Zobenica, ya estaba allí. Unas horas después logró entrevistarse con Camila y Hernán. No trascendió el contenido de la reunión. “Todavía no tenemos información, estamos esperando el regreso de nuestro cónsul”, informó una fuente de la Embajada a Infojus Noticias.
Según explicó esa misma fuente, el embajador Juan Carlos Kreckler “envío oficialmente una carta al Ministerio de Asuntos Exterior de Rusia solicitando la liberación de los dos argentinos detenidos”.
Los 28 activistas permanecen detenidos en la oficina del Comité de Investigaciones Federal. Ayer, las autoridades judiciales comenzaron a tomarles declaración. “Camila y Hernán todavía no dieron su testimonio”, contó a Infojus Noticias Mauro Fernández. Según explicó el coordinador de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace en nuestro país, “no hay ningún cargo presentado en su contra”.
“Ayer se abrió una investigación por posibles actos de piratería”, explicó Fernández. El Código Penal ruso define la piratería como un acto ejercido con violencia contra un barco con el fin de robar mercancía”, agregó. Este delito, según la legislación de ese país, tiene una pena de hasta 15 años. “Para Fernández, “la actividad de Greenpeace no recae bajo este concepto: era una plataforma petrolera, no un barco; y no había intención de robar, sino de colocar una bandera”. “Esto se va a caer porque no tiene sustento”, agregó.
"Formalmente, intentaron ocupar una plataforma petrolera", dijo ayer el presidente ruso, Vladimir Putín, durante una conferencia sobre el Ártico en la ciudad siberiana de Salejard.
Putín aclaró que los activistas no son piratas, aunque criticó el accionar de Greenpeace: "La acción puso en peligro la salud y la vida de muchas personas. ¿Realmente las acciones de propaganda tienen que tener estas graves consecuencias?", dijo Putín.
El presidente ruso pidió que la organización presente sus reclamos en conferencias internacionales y no “atacando plataformas o barcos”, según informa la agencia rusa Interfax, citada por la agencia DPA.