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Pusieron una baldosa y pintaron un mural para recordar que allí habían secuestrado obreros industriales. Fue justo en la esquina donde funcionó Talleres Electrometalúrgicos Norte SA (TENSA), en Munro, en la zona norte del conurbano bonaerense. Esa fábrica de autopartes, de capitales argentinos y estadounidenses, contabiliza más de veinte obreros desaparecidos, muchos de ellos con actividad sindical. Pero esas “marcas de la memoria”, ubicadas en el edificio donde funcionó una empresa sospechada de haber colaborado con la dictadura para arrasar con sus propios trabajadores, duraron apenas unos meses: la semana pasada fueron tapadas con pintura blanca.

“Vamos a volver a pintarlo. Pero es importante saber quién fue. Es una zona que está llena de cámaras porque hay muchas empresas y porque también hay cámaras municipales. Este ataque se suma al atentado que en agosto pasado sufrió la baldosa en memoria de los trabajadores ceramistas colocada donde funcionaba la fábrica Cattaneo”, dijo Adriana Taboada, integrante de la Comisión por la Memoria, Verdad y Justicia - Zona Norte, que realizó el mural en la ochava de Avenida Bartolomé Mitre y Profesor Manuel García, donde funcionó TENSA.

La empresa estaba conformada por capitales mixtos: 30 por ciento eran de origen nacional -la mayoría en manos de Germán Figueredo- y el resto era del grupo Lockheed. La firma tenía filiales en Uruguay, Chile y Colombia y se instaló en Munro en 1961. Allí trabajaron 1.200 empleados, que producían servofrenos, columnas de dirección para las principales empresas automotrices y otros implementos para la industria.

En esa fábrica, como en otras de la zona, el proceso de politización de los obreros fue acelerado. En 1972, una asamblea de trabajadores reclamó por las malas condiciones laborales: insalubridad, horas extras no pagadas, despidos injustificados, falta de elementos de seguridad, especialmente en tareas riesgosas como en las secciones de prensa y balancines, atrasos en los pagos, entre otros reclamos, según registran los informes de la Secretaría de Derechos Humanos y el Ministerio de Justicia de la Nación.

Ese mismo año, en el que la dictadura de Agustín Lanusse iba a producir la Masacre de Trelew, la dirección de la fábrica decidió contratar el servicio de seguridad privada de Vanguard SA, que producía informes para el Servicio de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (SIPBA). Vanguard fue fundada en 1968 por el Luis Báez, quien continúa al frente de la empresa.

El proceso político y gremial que se dio dentro de TENSA, que no estuvo desacoplado de lo que ocurrió en las otras empresas de la zona, derivó en la conformación de la “Agrupación 16 de Enero”, donde confluyeron obreros de comunistas, peronistas de base, guevaristas, trostkistas y maoístas. El nombre recordaba el 16 de enero de 1972, cuando esa coalición de obreros de distintos origen político decidió dar disputa en cada una de las fábricas de la zona para desplazar de las comisiones internas a los delegados que respondían a la Unión Obrera Metalúrgica, que en la provincia de Buenos Aires comandaba Victorio Calabró.

Tras el golpe de estado de 1976, Munro quedó bajo la Zona 4, que controlaban  desde Campo de Mayo. El perímetro incluía otros diez partidos de la zona norte donde había una gran concentración obrera con alto nivel de organización política y sindical.

Ese mismo año, un grupo irrumpió en la casa de Floreal Avellaneda, militante del Partido Comunista y delegado de TENSA. No lo encontraron pero se llevaron a su hijo, Floreal “el Negrito” Edgardo Avellaneda, que tenía 15 años y militaba en la Federación Juvenil Comunista. Lo torturaron y lo asesinaron. Su cuerpo apareció flotando en el Río de la Plata en mayo.

Para 1977,  ya con la dictadura ocupando la Casa Rosada, TENSA empezó a participar de los proyectos militares y del sector petrolero. Se asoció con el grupo Bridas y obtuvieron las licitaciones de YPF para explorar las cuentas petrolíferas en Ushuaia. También pusieron en marcha la construcción de vehículos, destinados al transporte de los tanques de guerra TAM (Tanque Argentino Mediano), en el parque industrial de Comodoro Rivadavia. Esas partes eran producidas, hasta ese momento, por Fabricaciones Militares.