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Todo sucedió en la madrugada de ayer, en una zona humilde de Hernández, un barrio cerca de La Plata. La modalidad evocó a los grupos de tareas que actuaron durante la última dictadura cívico-militar. Dos autos, seis hombres con armas largas y pistolas, y un custodio de la Policía Federal que terminó herido. El uniformado tiene 31años y custodiaba a un testigo de una causa por delitos de lesa humanidad. Antes de escapar, el grupo efectuó disparos al frente de la casa del testigo, confirmó la policía de La Plata, que aún no pudo dar con los atacantes. El uniformado trabaja en la sede platense de la Federal, y no era el custodio habitual, sino un reemplazo que iba por primera vez. “Se lo llevaran amenazado a un descampado que hay a pocos metros”, contó al diario El Día el testigo protegido, de 63 años, cuya identidad se preserva. “Estuvieron a punto de fusilarlo”, detalló. Esta tarde su hogar, humilde, estaba vigilado por tres policías.

Hasta el momento, no hay denuncia formal en la Unidad Fiscal que investiga las causas de lesa humanidad en la capital provincial, que dirigen Hernán Schapiro y Marcelo Molina. Lo más seguro es que luego de pasar por la Unidad Funcional de Investigación (UFI) del fuero ordinario que estaba de turno, pase a la justicia federal: no sólo porque un policía de la Federal fue herido, sino porque el testigo había declarado en una causa residual que se desprendió del megajuicio Circuito Camps (sentencia en 2012), que aún no ha sido elevada a juicio y que se instruye en el Juzgado Federal N° 3 que subroga el juez Jorge Di Lorenzo.

Una vecina, cuya hija acababa de llegar de una salida nocturna, aún no se había acostado cuando escuchó los tiros. Se asomó por la ventana y vio al custodio herido en el brazo. Le preguntó si necesitaba ayuda, pero el policía le ordenó que se guareciera adentro. La mujer no pudo ver a los atacantes. El balazo le rozó el brazo izquierdo, pero el uniformado está fuera de peligro. “No lo remataron por una cuestión de códigos entre militares y policías”, le aventuró al diario local el testigo.

“Es algo muy grave”, dijo a Infojus Noticias una funcionaria de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia. Es que el testigo secreto dejó una advertencia final ante el periodista del diario El Día: “Yo nunca declaré lo que sé, porque tengo un solo custodio y eso no me garantiza seguridad. Sólo tengo para destacar la valentía del policía que me cuidó en todo momento. Ahora voy a dormir con un arma al lado. Y desde hace tiempo que tengo que vivir encerrado”.

La denuncia de Rozanski

La balacera de ayer a la madrugada no es la primera ni la última señal de que todavía hay quienes no se resignan al avance de los juicios. Este mediodía, con el patrocinio de Eduardo Barcesat, el juez federal de La Plata Carlos Rozanski presentó una denuncia en la superintendencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que “adopte las decisiones y procedimientos que desmonten el tenebroso dispositivo terrorista” que afecta a los “jueces y funcionarios y también a los familiares de los mismos”.

En enero de 2015, unos días después de que se difundieron los fundamentos de la sentencia del juicio contra La Cacha, el juez y sus colaboradores recibieron llamados telefónicos, mensajes de voz en los celulares, correos electrónicos y cartas, que con el paso de los días fueron volviéndose más intensos.

Rozanski le pidió a la Corte “que disponga una serie de medidas para desarticular a la banda terrorista que sigue operando desde el instituto penitenciario de máxima seguridad de Marcos Paz, trasladando a los condenados e imponiendo rotaciones del personal penitenciario, e incautando los medios informáticos de que se valen para producir y disponer las amenazas e intimidaciones”. El magistrado preside el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que dictó las condenas contra Miguel Osvaldo Etchecolatz, Federico Von Wernich, varios represores de inteligencia militar, y tiene a su cargo todas las causas del Circuito Camps.

LB/RA