El jurista argentino y candidato del Ejecutivo nacional para la Corte Suprema, Roberto Carlés, apoyó las consignas del Papa Francisco en contra de la pena de muerte. "A pesar de la disminución de la pena de muerte en todo el mundo, los números todavía son muy altos. En los países en los que aún está vigente, hay serios problemas acerca del respeto de las normas", dijo Carlés.
El jurista argentino y candidato del Ejecutivo nacional para la Corte Suprema, Roberto Carlés, apoyó las consignas del Papa Francisco en contra de la pena de muerte, que el Sumo Pontífice discutió con él jueves y viernes en el Vaticano. Y aseguró: "El rol de nuestra generación es buscar el camino correcto para tener un mundo más justo e igualitario".
En una entrevista que fue publicada en el periódico oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano, Carlés, abogado de 33 años propuesto por el Poder Ejecutivo para ser parte del máximo tribunal, destacó que "Francisco no podría ser más claro en sus pedidos" de rechazo a la pena de muerte y la búsqueda de moratorias de la pena capital.
En el extenso reportaje, Carlés sostuvo que la principal tarea es "conjugar el compromiso concreto con la reflexión teórica a favor de la lucha contra la pena de muerte" y es presentado por el diario oficial del Vaticano y que expresa la sintonía de Francisco como "un joven jurista argentino, de 33 años, parte de la Comisión Internacional contra la pena de muerte" y que "desde ayer es el traitd'union entre ellos y el Santo Padre para elaborar propuestas técnicas concretas con la finalidad de la abolición de la pena de muerte".
"A pesar de la disminución de la pena de muerte en todo el mundo, los números todavía son muy altos. En los países en los que aún está vigente la pena capital, hay serios problemas acerca del respeto de las normas y estándares internacionales, en especial por la limitación de la pena de muerte únicamente para los delitos más graves, la inaplicabilidad para los menores de edad y la garantías para un justo proceso", asegura en el reportaje el jurista y doctor en Derecho Penal por la Università degli Studi di Ferrara.
"La pena capital es incompatible con el respeto de los derechos humanos, desvaloriza la dignidad humana y el derecho de no ser sujeto a tortura y otros tratamientos crueles, inhumanos o degradantes. Su carácter irreversible no permite revisión de las sentencias, llegando, en algunos casos, a la ejecución de personas inocentes. Esto solo alcanza para quitarle cualquier legitimidad. La pena capital, además, no impide la comisión de los delitos, no garantiza mayor seguridad, no realiza justicia ni compensa a la sociedad en su conjunto ni a las familias de las victimas de un crimen. A nivel mundial el camino hacia la abolición requiere un compromiso fuerte y constante. Los cambios no son de un día para el otro. Es una evolución lenta y gradual. Los progresos, sin embargo, son reales y tenemos que trabajar para que se profundicen", agrega en la entrevista el ex coordinador de la Comisión para la Elaboración del Proyecto de Ley de Reforma, Actualización e Integración del Código Penal de la Nación.
"El Papa ha lanzado un mensaje muy fuerte y valiente que, espero, pueda ayudar para acelerar el debate publico acerca de la abolición de la pena perpetua", destaca Carlés, que sostiene: "la idea de que la pena nunca tiene fin, esta en abierta contradicción con la idea cristiana de perdón y de redención, siempre posibles, además de ser un principio básico de la civilización jurídica occidental que se refiere al carácter reeducativo, y no simplemente punitivo, de la pena".
"La carta de cuatro paginas que el Santo Padre nos ha entregado durante el encuentro de ayer, es una amplia reflexión acerca de la justicia humana, en la que Francisco ha condenado no solo la pena de muerte, sino también la prisión o reclusión perpetua, pero, ante todo, ha pedido la abolición de la pena capital, "sea legal o ilegal, y en todas sus formas", aseveró el jurista sobre el encuentro en del que participó con el Sumo Pontífice junto a responsables de la Comisión Internacional en contra de la Pena de Muerte.
"Justicia y vida son dos palabras que están o caen juntas, no hay una sin la otra, si sacas una, cae también la otra, si quitas la vida, cae la justicia, este es un punto firme, para la reflexión, pero a la vez un programa concreto de acción y de compromiso que esta Comisión ha tomado con el Santo Padre", agregó el jurista.
Además, Carlés recordó en la entrevista el encuentro de más de una hora y media que mantuvo con Francisco en la residencia de Santa Marta y destacó que en ese encuentro Francisco le dijo "varias veces que hay mucho por hacer".
"Y creo que es justamente este el rol de nuestra generación, el de buscar el camino correcto para tener un mundo más justo e igualitario. Los derechos están en la base de la convivencia entre los pueblos y la pena de muerte es su negación. Más que nunca tenemos que sostener la abolición de la pena capital, porque solamente un fuerte compromiso permitirá un día verla desaparecer", estimó el jurista.
Por último, Carlés opinó que es "un principio correcto" opinar "que también los autores de los crímenes más aberrantes puedan salir de la cárcel".
"Creo que la pena perpetua es inhumana, tendría que ser abolida, son reflexiones a menudo abordadas por teólogos y juristas. Para algunos teólogos es ilógico pensar que sea punido con la eternidad un hecho cometido en el espacio y en el tiempo. Yo opino que por más grave que haya sido la conducta, después de 20 años del hecho, la persona ya no es la misma. Estoy convencido de que este debate se podrá enriquecer notablemente con muchas contribuciones en el próximo Jubileo, el tema de la misericordia ha sido central en estos primeros dos años de pontificado", destacó.
"El Papa advirtió a "los jueces y los operadores del sistema penal" de la "presión de los medios de comunicación de masas y de la mala política" . El razonamiento parte de una premisa, una advertencia que tiene el objetivo de formar una justicia integral que está en línea con la carta de mayo del 2014 a los participantes del XIX congreso internacional de la Asociación internacional de derecho penal", finalizó.