Unos treinta barras entraron encapuchados y con cascos de motos y fueron a buscar a uno de los responsables del equipo de Chicago para robarle la chomba del club. Armas, golpes, emboscadas, heridos fue lo que siguió.
“Esperábamos un marco hostil, intuíamos que iba a ir la barra de Chacarita, entonces cuando vinos que había unos 30 o 40 en la tribuna que nos escupían, cantaban, algunas amenazas, todo lo normal en el ámbito de un clásico”. En la frase de Yair Carré, uno de los jugadores de futsal de Nueva Chicago que fue agredido por la hinchada de Chacarita en domingo pasado, se refleja la normalidad ante la violencia. El “límite” se corrió cuando uno de los barras empujó a un jugador, pero la señal de que la cosa se iba a poner peor fue cuando otros 30 barras entraron encapuchados y con cascos de motos y fueron a buscar a uno de los responsables del equipo de Chicago para robarle la chomba del club. Armas, golpes, emboscadas, heridos fue lo que siguió. Según confirmó el delegado de futsal Facundo Salomón a Infojus Noticias, ayer a la noche los dirigentes del Club se reunieron con los afectados para preparar la denuncia civil y penal que realizaran ésta semana en la Fiscalía de San Isidro.
Todo pasó el domingo a la noche en el club Las Heras de Villa Ballester. Ahí, el equipo de Futsal de Chacarita hace las veces de local. El partido correspondía a una fecha del Torneo de Segunda División de esa disciplina dependiente de la AFA. Chacarita se imponía a su clásico rival, Nueva Chicago, por 1 a 0. Un minuto faltaba para que se terminara el primer tiempo. Entonces los vieron entrar: una horda de encapuchados ganaron las tribunas. “Cuando aparecieron los encapuchados, con cascos de moto, pensamos lo peor, enseguida pensé: ‘estos vienen a hacer quilombo’”, recordó Carré quien todavía tiene en la boca secuelas de los golpes recibidos y un moretón en el brazo que usó para frenar el casco que le habían tirado por la cabeza.
Ariel Porta, otro de los delegados de futsal del club de Mataderos, estaba con su chomba verde y el escudo de Nueva Chicago cerca del corazón. Él fue el primer objetivo que buscaron los barras. Según recordó Carré, uno de los hinchas de Chacarita se le acercó a Porta y empezó a intimidarlo para que entregara la chomba. “Él intentó explicarles que era un profe, que ese era su trabajo, entonces le mostraron un arma”, dijo y recordó que cuando Porta bajó la vista para ver con qué lo estaban apuntando, recibió la primera trompada que desató la locura.
Lo que siguió fue la barra de Chacarita atacando todo lo que veían verde y negro. Dirigentes, jugadores, familiares y hasta chicos de la octava división quedaron en medio de las agresiones. Carré contó que algunos jugadores trataron de salir del estado y quedaron atrapados en una emboscada en un pasillo y tuvieron que saltar desde un primer piso para zafar de la golpiza. “Igual los dejaron desnudos, eso querían robarnos la ropa”, contó el jugador.
Facundo Salmón, que también estuvo entre los agredidos, explicó a Infojus Noticias que Porta y un familiar de uno de los jugadores fueron los dos heridos de mayor gravedad. Ambos fueron hospitalizados. “Por suerte fue menos de lo que pensábamos”, dijo. Solo basta verle la cara a Porta para tomar dimensión del ataque: el ojo derecho morado, casi cerrado a dos días de haber recibido el golpe.
El abogado del Club de Mataderos es quien está en estos momentos juntando los datos para presentar ante la Fiscalía de San Martín (distrito de la provincia de Buenos Aires con competencia en Villa Ballester) la denuncia pertinente. “Anoche nos reunimos con los dirigentes y el Club quedó a cargo de impulsar la cuestión judicial”, contó Salomón.” El presidente de Chicago, Sergio Ramos, estuve presente en el hospital para acompañar a los heridos y desde un primer momento expresó que iba a hacer todo lo necesario para que este nuevo hecho de violencia no quede impune.
“Hace años que juego Futsal, a veces hay encontronazos, pero no es lo común, todo lo contrario, es un lugar para que vaya la familia, esta es la primera vez que nos muestran un arma y nos agreden de esta forma”, remató Carré quien no sale de su asombro, a pesar de que dice “estar predispuesto y acostumbrado” al clima de violencia que acompaña al fútbol en todos sus estratos.
JC/PW