Fue a las 14 en el local de la cadena de comidas Juan Maestro. Según los Bomberos, el artefacto que estalló contenía elementos metálicos que fueron los causantes de las heridas de las personas que estaban cerca.
En pleno horario de almuerzo una explosión interrumpió el ritmo habitual del sector de locales de comida cerca de la Escuela Militar de la capital chilena. El Grupo de Operaciones Especiales (Gope) de Carabineros, los bomberos y distintas ambulancias llegaron al lugar. Allí se encontraron con una humareda negra y personas desparramadas por el piso: ocho personas resultaron heridas. Tres de ellos son de gravedad: una mujer de unos 50 años sufrió una amputación traumática.
"Se ha cometido un acto terrorista, un hecho condenable atroz, que merece las sanciones mas enérgicas de nuestra legislación" aseguró el vocero de gobierno, Alvaro Elizalde. Advirtió, también, que advirtió que las autoridades iban a "invocar la Ley Antiterrorista". Esta legislación es el foco de discusión política desde hace un tiempo en Chile. La ONU pidió "reformar" esta normativa, con definiciones más claras y precisas del delito, así como abstenerse a aplicarla contra mapuches. El gobierno ya había anunciado que no la aplicaría frente a conflictos sociales.
El atentado fue a las 14 hs en el local de la cadena de comidas Juan Maestro. Según los Bomberos, el artefacto que estalló contenía elementos metálicos que fueron los causantes de las heridas de las personas que estaban cerca e impactaron en las paredes del local. El artefacto se colocó en un basurero a un costado de un local de comida rápida en la estación Escuela Militar.
Los heridos fueron trasladados a los centros de atención de salud de Santiago. Se trata de cuatro mujeres, una de las cuales sufrió la amputaciones en sus extremidades, y tres hombres. La información la aportó el Servicio de Emergencias.
Al lugar acudieron efectivos de Bomberos y del Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros, que desalojaron el lugar y prestaron la primera asistencia a los heridos. También se hicieron presentes el fiscal Christián Toledo y el subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy. Toledo está a cargo de la investigación de una serie de explosiones que se registraron en los últimos dos meses en Santiago y que generaron la preocupación del gobierno, como lo admitió el ministro del Interior, Rodrigo Peñalillo, el 29 de agosto pasado.
La prensa local se hizo eco de versiones según las cuales se vio a dos jóvenes dejar un bolso en el lugar donde se produjo la explosión y luego alejarse en una camioneta. Desde la Moneda confirmaron que la presidenta Michelle Bachelet saldrá a las 17.00 horas hacia uno de los centros asistenciales donde se encuentran algunos heridos.
Según los medios locales el listado de heridos parcial es el siguiente: María Novoa Espinoza (67), Jorge Luis Arias Riera (36), José Garrido Basaez (62), Marta Hernández Ancapán (61), Benjamín Ulloa Correa (24), Rossana Francesconi Gehrkue (53).
No es la primera vez que el país trasandino es escenario de explosiones en comisarías, edificios públicos y sucursales bancarias. Todo comenzó en 2009 cuando un supuesto grupo anarquista instaló cuatro artefactos explosivos en distintos puntos de la capital. De esas bombas detonaron dos. A partir en cinco años se produjeron 15 con bombas y uno incendiario. Los medios le pusieron un nombre a la trama judicial: "Caso Bombas". En 2012 un Tribunal oral absolvió de todos los cargos a los seis imputados investigados por sus responsabilidades en el Caso Bombas. Durante toda la instrucción los abogados de los imputados denunciaron distintas irregularidades en la investigación.
En febrero de 2013, una bomba artesanal -compuesta por un extintor, dos kilos con pólvora negra y un sistema de activación eléctrico a batería-explotó en el sector de los dormitorios de la unidad policial de Carabineros de Las Vizcachas. Por ese caso, las fuerzas de seguridad detuvieron a Víctor Hugo Montoya Encina. Lo acusaban de haber colocado la bomba que lesionó al cabo segundo Sebastián Montecinos. Lo imputaron usando la Ley Antiterrorista. Este año el Tribunal Oral en lo Penal de Puente Alto lo absolvió. Estuvo más de un año preso en la cárcel de Puente Alto. Durante todo ese tiempo la familia dijo que él no había sido. Se hicieron campañas en Chile y en los países vecinos para pedir su libertad. Fue un preso inocente.