En abril de 1976, Pablo Germán Athanasiu Laschan fue secuestrado junto a sus papás cuando tenía menos de seis meses de vida y apropiado ilegalmente. Fue en un operativo del Plan Cóndor: sus padres chilenos permanecen desaparecidos. Pablo recuperó su identidad en agosto de 2013. En abril de este año, se suicidó.
Pablo Germán Athanasiu Laschan fue secuestrado junto a sus papás cuando tenía menos de seis meses de vida. Era abril de 1976 y los represores lo apropiaron en un operativo del Plan Cóndor. Sus papás, Frieda Laschan Mellado y Ángel Athanasiu Jara, eran chilenos y habían militado en el Movimiento de izquierda Revolucionario (MIR) durante el gobierno de la Unión Popular de Salvador Allende. Pablo, que recién recuperó su identidad en agosto de 2013, se suicidó en abril de este año. Hoy a las 10 comenzará el debate oral y público por su apropiación, en los tribunales federales de Comodoro Py.
En el banquillo de los acusados estarán sentados sus apropiadores, Enrique Andrés López, un ex servicio de Inteligencia de la Policía Federal Argentina (PFA), y su concubina, Carmen Clementina Saunier, y el superior de López, el Comisario de la Delegación Rosario de la PFA, Juan Dib. Así lo confirmaron fuentes judiciales a Infojus Noticias.
A López se lo acusa de los delitos de ocultación y retención de un menor de diez años, en concurso ideal con los delitos de falsificación ideológica de documento público –en dos hechos: acta de nacimiento y documento de identidad- y alteración del estado civil de un menor. A Saunier, en tanto, se la juzga como autora penalmente responsable del delito de ocultación y retención de un menor de 10 diez años, en concurso ideal con el de alteración de su estado civil. En el caso de Dib, en el requerimiento de elevación a juicio, se le imputó el haber participado en la retención y ocultación de Pablo y la alteración civil.
Mientras que López llega al juicio detenido en el penal de Marcos Paz, Dib lo hace con arresto domiciliario y Saunier, excarcelada. La mujer sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) el mes pasado y hasta el viernes se esperaban en Comodoro Py los resultados de las pericias a las que fue sometida para evaluar su condición.
El juicio, que se realizará frente al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 5, se extenderá durante siete audiencias, en la que declararán alrededor de 10 testigos y se prevé que la sentencia se conozca para mediados del mes próximo. La causa por la apropiación de Pablo fue instruida por la fiscalía N° 5, hoy a cargo de Franco Picardi, cuando estaba siendo subrogada por Leonel Gómez Barbella. En tanto que la querella estará a cargo de Abuelas y el Ministerio Público Fiscal será representado por Miguel Osorio y el Coordinador de la Unidad especializada en casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado, Pablo Parenti.
Cuando en abril pasado se conoció la noticia del suicidio de Pablo, Abuelas de Plaza de Mayo sostuvo que era difícil “expresar el dolor que sentimos porque la de Pablo fue una historia trágica de principio a fin”. Se referían a esa historia que había comenzado cuando fue secuestrado junto a sus papás, separado de ellos y entregado a López y Saunier, una pareja con una estrecha relación con el régimen cívico-militar. Le cambiaron el nombre y la fecha de nacimiento.
El 7 de agosto de 2013 Pablo se convirtió en el nieto 109 recuperado por Abuelas, que había presentado su caso ante la justicia en 1982. El caso fue uno de los primeros que se presentaron entonces, pero tuvieron que pasar más de 30 años hasta que la verdad salió a la luz. Entonces no sólo le fue restituida su verdadera identidad e historia, sino que también pudo conocer a algunos de sus familiares biológicos que viven en Chile.
Cuatro de ellos declararán a través de videoconferencia en el juicio. Son tíos y tías: tres por el lado paterno y una por el materno. Para ellos también significará el fin de un capítulo que se inició aquel otoño de 1976. Desde el secuestro de Ángel, Frieda y Pablo, las dos familias presentaron diversas denuncias y viajaron a Buenos Aires para dar con el paradero de los jóvenes desaparecidos y el bebé. Cárceles, asilos y orfanatos formaron parte del raid que empezaron para encontrarlos.
Frieda y Ángel
Cuando Pablo recuperó su identidad aquel día de agosto de 2013 supo que sus papás continuaban desaparecidos. Se presume que, tras el secuestro, estuvieron detenidos en el centro clandestino Automotores Orletti.
Frieda y Ángel nacieron en Chile, ella siete años antes que él. Mientras vivieron en Chile militaron en el MIR, y en Argentina lo hicieron en el PRT-ERP. Llegaron tras ser perseguidos por la dictadura militar chilena. Eso ocurrió en 1974, primero vivieron Buenos Aires y luego fueron a San Martín de los Andes. Allí, tras enterarse que seguían siendo vigilados por la dictadura trasandina, volvieron a Buenos Aires en mayo de 1975. El 29 de octubre de ese año, cuando ella tenía 28 y él 21, nació Pablo Germán.
Apenas unos meses después estaban en un hotel porteño cuando se produjo el secuestro. El operativo fue realizado por fuerzas de seguridad en el marco del Plan Cóndor. Tras separar a Pablo de sus papás, fue entregado a López y Saunier, que lo anotaron como hijo propio y con fecha de nacimiento 7 de enero de 1976.
En abril del 2013, frente a las informaciones que indicaban que podía ser hijo de desaparecidos, y con la colaboración de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Seguridad de la Nación, Abuelas se acercó al joven para invitarlo a dejar su muestra genética. Para entonces su apropiador ya estaba detenido en el marco de una causa por crímenes de lesa humanidad. El 7 de agosto de 2013 los resultados del Banco Nacional de Datos Genéticos confirmaron su filiación con las familias Athanasiu y Laschan. La Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) fue la encargada de informarle que era hijo de Frieda y Ángel.
CD/JMM