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El decreto del gobernador Daniel Scioli que llevó el salario mínimo de bolsillo a 8570 pesos de los agentes policiales y penitenciarios -anunciado ayer- desactivó la protesta en la provincia de Buenos Aires. “El corte de 1 y 60 ya se levantó, y frente al Ministerio queda un corte, pero es por otro tema, son ex policías heridos en servicio y jubilados que luchan por modificar la ley de heridos”, contó a Infojus Noticias Carlos Martín Jaime, el sargento de la policía bonaerense que integraba la comitiva de siete uniformados que negociaron con las autoridades provinciales durante el conflicto. Ese puñado de heridos en servicio y jubilados acampa hace varios meses sobre la calle 2, frente al Ministerio de Seguridad provincial.

“Lo que logramos ayer fue histórico”, reflexionó el bonaerense. “Unimos a toda la policía en un mismo reclamo, hacía muchísimo que no ocurría. Los más viejos nos contaron que desde el ‘87 no se hacía una protesta así, unificada”, agregó. La reunión de los siete policías comisionados -en una suerte de asamblea improvisada durante el corte de la calle 1 y 60- con el ministro de Seguridad Alejandro Granados y su equipo duró dos horas y media. El clima de la charla era distendido, a diferencia de lo que pasaba en el piquete policial, donde la tensión aumentaba con el transcurso de las horas, mientras las protestas se multiplicaban en otras partes del país. Granados llevaba al gobernador una cifra inicial de 9.500 pesos, pero Scioli prácticamente no le dio tiempo: le respondió con el decreto firmado de los 8.570 pesos.

A ese aumento de casi el 100% (el mínimo rondaba los 4.500 pesos), el ex intendente de Ezeiza le fue sumando otra serie de incentivos. “El ministro, con su excelente predisposición, nos prometió otros beneficios”, repasó Jaime. A partir de enero, el pago por gastos de uniforme aumentará de 87 pesos a 870, y se pagará retroactivo a los tres meses de gestión que lleva Granados, junto al medio aguinaldo, este jueves. También se habló de la posibilidad de que el Estado nacional, a través del Ministerio de Desarrollo Social, se haga cargo en un futuro de la indumentaria.

Además, Granados prometió que el monto por uniforme trepará a 1200 o 1300 pesos. Y anunció el aumento de la hora de servicio Polad (adicionales en bancos, en la cancha, en un comercio) de 24 a 50 pesos a partir de enero. También, la reducción del porcentaje que se le descontaba al policía por cada una de esas horas del 10% al 1%. “Además, se comprometió a que nos sentemos en las paritarias de marzo con los docentes y los estatales. Para nosotros es un avance muy importante”, agregó Jaime.

Los policías salieron conformes de la reunión. “Fue lo máximo que pudimos conseguir, y yo, que fui uno de los que empezó la protesta, me quedé muy conforme”, explicó el sargento. Cuando llevaron la propuesta al piquete, las reacciones fueron diversas: la amyoría aceptó, pero un pequeño grupo insistió en ir al ministerio y no moverse del piso salarial de 12.500 pesos. “Una parte de nosotros decidió correrse de la conducción del conflicto. Si había una persona capacitada para conseguir algo más, que fueran ellos y lo hicieran”, contó Jaime. Pero los disidentes perdieron voluntades y fuerza, y tuvieron que levantar el corte. Sobre las diez de la noche, el Ministerio de Justicia provincial informó -a través de un comunicado de prensa- que el aumento del salario de bolsillo a 8570 pesos amparaba también a los agentes penitenciarios.

Granados les pidió, además, que aquella comitiva de siete policías que fueron a la negociación se reunieran periódicamente con su equipo en una especie de mesa de diálogo permanente. El sargento Jaime contó que en aquella instancia se volverán a tratar otros temas del petitorio que quedaron pendientes, como el arreglo de los patrulleros, la reducción de la ley de retiro de 35 a 30 años, y la circunscripción de la jornada laboral a no más de ocho horas. “Estamos siendo escuchados, hace mucho tiempo que no pasaba esto. Quiero recalcar la voluntad del señor ministro”, dijo Jaime. Y agregó: "creo que estas mejoras en nuestras condiciones de trabajo y la calidad de nuestro descanso van a provocar una mejora en la seguridad".

Mar del Plata: personal policial normalizado y 50 detenidos

Mar del Plata fue el otro punto neurálgico de levantamiento policial en la provincia (lo mismo algunos municipios como Adrogué y Almirante Brown). En esa ciudad hubo, en los últimos dos días, más de cincuenta personas detenidas por saquear unos treinta comercios. Más de 700 agentes se habían concentrado a lo largo de la avenida Independencia, frente a la Comisaría Primera. Inmediatamente, viajaron el viceministro de Seguridad Edgardo Amarilla y el jefe de policía, el Comisario Mayor Hugo Matzkin para llevar adelante las negociaciones, que ya están normalizadas.

“El Ministerio de Seguridad, por disposición del Gobernador Scioli, ha traído el refuerzo necesario y a su vez el personal de Mar del Plata ha restituido a sus tareas. Tenemos 50 detenidos en las últimas horas. Esto habla de la policía preactiva en cuanto a la necesidad de poder darle seguridad a la ciudad. Esta noche ajustaremos todo lo que sea necesario para brindarles más y mejor seguridad a Mar del Plata”, dijo Matzkin. Era el anuncio oficial de que el conflicto, en la provincia, empezaba a terminar.