Cómo sigue la causa por la desaparición de Luciano Arruga
La identificación del cuerpo del joven, disparó varias medidas para determinar cómo murió y qué pasó la noche que un estudiante lo atropelló en un colectora de la General Paz. Hoy declaró un empleado de la autopista y está previsto que también lo hagan los empleados del SAME que lo llevaron al hospital Santojanni, y los médicos que allí lo operaron. Las sospechas sobre la Bonaerense.
La causa por la desaparición forzada de Luciano Arruga avanza monitoreada desde los Tribunales Federales de Morón y bajo secreto de sumario. La identificación del cuerpo, hace poco más de una semana, empujó una serie de medidas que apuntan a develar cómo murió el chico de 16 años y qué pasó la noche del 31 de enero de 2009 cuando un estudiante de 21 años lo atropelló sobre la Avenida General Paz en un paso inhabitual para los peatones. En esa línea, esta mañana declaró en sede judicial un trabajador de la autopista.
El juez Juan Pablo Salas, que lleva adelante la investigación, quiere reconstruir cómo fue el supuesto accidente. Por eso también planea tomar declaración a los empleados del SAME que llevaron al joven hasta el Hospital Santojanni y a los médicos que lo operaron el 1 de febrero cuando murió. Ahí estuvo internado Luciano durante casi un día cuando su familia lo buscaba. Mónica Alegre fue el 31 de enero y, también, el 1 de febrero. Le dijeron que no había ningún menor de edad.
La semana pasada ya declaró el conductor y, según trascendió, aportó un testimonio clave para develar qué hacía el chico en la vía rápida de la Avenida que divide provincia de capital. Según el joven, Luciano cruzó corriendo. En el expediente judicial que se abrió ese momento -con Luciano como NN- también dice que estaba descalzo.
Ayer distintos especialistas reunidos en ateneo médico analizaron los restos de Luciano exhumados la semana pasada en el cementerio de la Chacarita. Hicieron un examen radiológico completo que cotejó los traumatismos en la cabeza, el brazo izquierdo, el torso y los tobillos que había analizado el forense José Ángel Patitó el 3 de febrero de 2009. Además, los peritos tomaron muestras biológicas para estudios complementarios de diagnóstico.
Lo primero que determinó la autopsia es que el cuerpo enterrado como NN es el mismo que el que fue intervenido en el Santojanni porque tiene las mismas fracturas. Además, confirmaron que la edad del esqueleto es de entre 16 y 17 años.
En la autopsia de ayer participaron, la secretaria del Juzgado María de las Victorias Soiza Reilly, el fiscal Federal Sebastián Basso; el secretario de la Fiscalía Santiago Moore; peritos del Cuerpo Médico Forense y especialistas del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Además, Basso pidió la presencia de la perito médica Virginia Creimer. Juan Manuel Combi abogado de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) estuvo en representación de la familia.
El juez y el fiscal determinaron la necesidad de nuevos exámenes de ADN y de anatomía patológica. El resultado de los estudios definitivos estarán listos dentro de 40 días. Ayer, además, decidieron que se harán nuevas reuniones de los especialistas en el transcurso de los próximos días.
La sombra de la policía bonaerense sigue cubriendo el caso. No deja de ser un dato menor que dos horas antes del accidente a Luciano un testigo lo vio en el destacamento policial de Lomas del Mirador. Además, uno de los patrulleros de esa dependencia no emitió registro de posicionamiento durante toda la noche. Los móviles salieron de la cuadrícula que le correspondía. Y, según se desprende de la investigación, el registro de entradas de la dependencia fue adulterado.
Cinco años y ocho meses desaparecido
Luciano tenía 16 años el 31 de enero de 2009, cuando fue visto por última vez y su familia denunció su desaparición. Después un primer momento su mamá y hermana dijeron que la policía bonaerense estaba detrás de la desaparición de Luciano. Tres meses antes el joven había estado detenido en el destacamento de la localidad de Lomas del Mirador el 22 de septiembre de 2008, donde su hermana, Vanesa Orieta, escuchó que fue torturado. En principio, la causa por "averiguación de paradero" fue tramitada por las fiscales de La Matanza Roxana Castelli y Celia Cejas. En febrero de 2013 pasó al fuero federal de Morón como “desaparición forzada”.
El 17 de octubre, el titular del CELS, Horacio Verbitsky, y la familia de la víctima informaron que el cuerpo de Luciano estaba en el cementerio de la Chacarita como NN. Según explicaron, el joven fue atropellado a las 3.21 del 31 de enero de 2009 -tres horas después de ser visto por última vez-, en avenida General Paz y Emilio Castro, en el barrio porteño de Mataderos, cerca del destacamento policial investigado.
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