Le habían enviado fósiles de culturas precristianas de Perú. Fue condenado a cuatro años de prisión por el delito de contrabando de patrimonio arqueológico. Es la primera condena de este tipo desde la sanción de la Ley 25.743 que protege esos bienes.
Sebastián Juan Pablo Suárez debía retirar en el Correo un paquete que era, por lo menos, sospechoso. La primera señal de alarma la dio el control de rayos X del organismo. Después lo confirmaron los agentes aduaneros que tomaron intervención. Al hombre le habían enviado una momia completa y tres calaveras, pertenecientes a culturas precristianas que vivían en la costa sur de Perú. Suárez quedó imputado por el delito de contrabando de patrimonio arqueológico y ayer lo condenaron a cuatro años de prisión. Se trata de la primera condena de este tipo desde la sanción de la Ley 25.743, según informó el sitio Fiscales.
El fallo del Tribunal Oral en lo Penal Económico Nº 1 también condenó a Suárez a pérdidas de concesiones e inhabilitación especial de seis meses para el ejercicio del comercio. Los jueces Susana Castro de Pellet Lastra, Jorge Pisarenco y Enrique Schelegel resolvieron una pena menor a la solicitada por el fiscal Marcelo Agüero Vera, que había pedido seis años de prisión.
Durante el juicio, el fiscal Agüero dio por probado el hecho y acusó a Suárez del delito de “contrabando calificado”, ya que la mercadería “se encuentra sometida a una prohibición de carácter absoluto de importación” por tratarse de material arqueológico especialmente protegido por ley. Más precisamente, de restos humanos.
Para los peritos que analizaron los fósiles, se trata de restos de los pueblos de Paracas, que vivieron durante los siglos VII a.C. y III, por lo cual poseen un importantísimo valor histórico y arqueológico. La comercialización, importación o exportación de este tipo de objetos está prohibida en Argentina por la Ley de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico sancionada en 2003.
Los magistrados resolvieron que los restos óseos sean enviados nuevamente a Perú. Así lo había solicitado el fiscal Agüero, que además solicitó la extracción de testimonios del resultado de la causa para que sean remitidos a Interpol. Busca así que se investigue también la ruta de ingreso y el remitente del que partió originalmente el paquete.