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La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena de 11 años de prisión a Nicolás Sanz, por el asesinato del jefe de la barra brava de Excursionistas. El 1 de mayo de 2010 Alejandro Luis Florio fue encontrado muerto en la casa en la que vivía junto a Nicolás Sanz, en Aráoz 2916, en Capital Federal. “No me acuerdo qué hora era, pero en un momento yo salía del living y (él) estaba junto a la mesa y apareció con un martillo”, dijo durante el juicio Sanz. Tras un forcejeo, Sanz se habría quedado con el martillo en la mano: “aproveché y salí corriendo por un costado, con el martillo que estaba en el piso, lo levanté, giré y le tiré un golpe a la altura de la cabeza y como ya conté, después de ahí no me puedo acordar absolutamente más nada de lo que pasó. La otra imagen que tengo es que estoy arriba de él, todo ensangrentado”, dijo.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 5 de la Capital Federal lo condenó a 11 años de prisión por el homicidio. La defensa de Sanz apeló la condena argumentando que había perdido la memoria y que su actitud había sido “en defensa legítima”. Además, consideraba que la pena que le puso el tribunal era “excesiva” y pedía un nuevo examen psiquiátrico al condenado.

Juan Gemignani, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, confirmaron la sentencia del tribunal y “descartaron” la tesis de la defensa sobre la pérdida de memoria de Sanz, ya que tal y como consignan las pericias “no se advierte en este caso la pérdida de memoria temporal”. Ante el pedido de un nuevo examen, los jueces sostuvieron que esto ya “se encuentra satisfecho con los exámenes ya realizados por los médicos durante la instrucción”.

“No es verosímil la versión de los hechos postulada por la defensa de Sanz”, explican los jueces ya que “en el marco de una pelea como la que relató el imputado… es razonable suponer que Florio hubiera presentado heridas defensivas como consecuencia de la pelea”, explican los magistrados. Por eso los jueces rechazaron el recurso de casación que presentó la defensa de Sanz y confirmó la condena.