Un trabajador llegaba tarde a su trabajo en una fábrica de calzado y fue despedido. Demandó a la empresa pero la Cámara Nacional de Apelaciones le rechazó el pedido.
La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo rechazó la demanda de un empleado que se consideró despedido sin causa. Trabajaba en Alpargatas Calzados S.A. desarrollando tareas de control del proceso productivo y fue separado por llegar tarde en reiteradas oportunidades.
Los representantes de la empresa aseguraron que “la demora del inicio de la actividad del trabajador, implicaba atrasos productivos en la planta y logísticos”. El pasado 17 de abril, los camaristas le concedieron la razón a la empresa demandada.
Los jueces afirmaron que el contador aportó pruebas “convincentes” sobre los repetidos incumplimientos en el horario de entrada (en un periodo corto de tiempo) y de las sanciones que se aplicaron al trabajador “intentando que dicha costumbre sea revertida”.
Los magistrados aclararon que la “evaluación” de la gravedad de la falta que justifique “desplazar el principio de conservación del empleo”, “es tarea reservada a los jueces teniendo en cuenta los parámetros de causalidad, proporcionalidad y oportunidad”.