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La Sala II de la Cámara Federal confirmó el sobreseimiento de la Defensora General de la Nación, Stella Martínez, y del defensor oficial Gustavo Kollman. Ambos habían sido denunciados por Sergio Shoklender, quien los acusó de “comportamientos ilícitos” durante el período en que Kollman actuó como su abogado en la causa por el desvío de fondos de Sergio y Pablo Schoklender en la Fundación Madres de Plaza de Mayo.

Los jueces Horacio Cattani, Eduardo Farah y Martin Irurzun confirmaron el sobreseimiento de la Defensora General y del defensor oficial porque consideraron que el relato de Schoklender “no permite vaticinar, siquiera a título de hipótesis, la concurrencia de conductas delictivas”. Agregaron: “Es coherente con tal entendimiento que no exista necesidad de profundizar los extremos de dicha versión”.

La denuncia contra los defensores fue iniciada por Sergio Schoklender y su ex esposa Viviana Sala a partir de un proceso disciplinario iniciado contra la defensora oficial Perla Martínez de Buck, que fuera sancionada con un “apercibimiento” por la actuación de la funcionaria Patricia Plesel en la asistencia técnica de Schoklender en la causa.

Es que Plesel habría incurrido en presuntos malos tratos a los empleados de la Defensoría, algo que fue denunciado internamente. Pero después la funcionaria dejó la defensa del imputado y fue reemplazada. En su denuncia, Schoklender sostiene que ese proceso disciplinario que derivó en el “apercibimiento” habría sido un manejo para perjudicar su defensa.

Aunque para los camaristas esto “sólo reflejan su disconformidad con el curso adoptado a trámites tanto judiciales como administrativos, por quienes intervienen –por facultades propias y/o designación previa- en aquellos, sin que las autoridades que allí participan advirtieran las circunstancias que aquí se intentan someter a juzgamiento”.

 Con su decisión los jueces confirmaron una sentencia del juez Sebastián Ramos, que había concluido que la denuncia de Schoklender y Sala “no reunían las condiciones para ser considerados de ese modo”. Sin embargo, dejaron las puertas abiertas a una apelación en la Cámara Federal de Casación Penal porque admitieron como querellantes en la causa a Schoklender y su ex esposa, quienes ahora pueden recurrir la decisión.

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