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Los trabajadores de la Cooperativa Gráfica Vulcano se movilizarán este mediodía a la casa central del HSBC Argentina, en el microcentro porteño, para intentar reencausar la negociación por la compra de una máquina. La necesitan para volver a poner en marcha la empresa, que quebró y está cerrada desde diciembre pasado. Hasta ayer, el banco de capitales británico había rechazado la posibilidad de venderles la pegadora de cartón y papel marca Kolbus, que permite articular el proceso productivo de ese taller, pero en las últimas horas retomó la conversación y anticipó que presentará un escrito ante la Justicia para poder tasar la máquina.

La quiebra de la empresa se produjo en marzo pasado. Fue después de un proceso de desagaste que incluyó el despido sistemático de casi el 30 por ciento de los sesenta trabajadores del Establecimiento Gráfico Vulcano, que fue fundado hace más de medio siglo. En menos de un año, los trabajadores pasaron de ser 60 a 40 y poco después sólo 16 conformaron la cooperativa para recuperar la planta. El HSBC tiene un contrato de leasing sobre la principal máquina del taller y, según denunciaron los operarios, hace diez días se negó a iniciar una negoción para venderles la máquina.

“Esa máquina es muy importante para el proceso productivo. Nuestro abogado fue a plantear que queríamos comprarla pero la respuesta fue que no negociaban con una cooperativa y que no les interesaba tenernos como clientes”, indicó a Infojus Noticias el presidente de la cooperativa, Daniel López. La compra de la máquina, que tiene cuatro años de uso, sería al contado mediante un subsidio y un crédito que les otorgaría el INAES y el Ministerio de Trabajo.

Clientes

Según denunciaron los trabajadores ante el juez Gerardo Santicchia, a quien le pidieron la continuidad productiva de la planta -que permanece cerrada y paralizada-, los empresarios Fernando Blanco y Lorenzo Berrieux intentaron “vaciar la empresa”. En el expediente existen dos denuncias por sustracción de maquinarias contra Blanco, que es nieto del fundador de la gráfica.

El abogado de la cooperativa, Pablo Godoy, detalló que la primera reunión con al HSBC se hizo el viernes 12 de junio pasado. Fue en el séptimo piso de la casa central, en Florida 229. Allí lo recibió un abogado que le dijo que “el banco no negocia con cooperativas” y cerró el diálogo. Esa posición dejaba a los trabajadores sin las más importante de las cuatro máquinas de la planta. “Era una respuesta sin sentido porque la oferta era comprar la máquina”, indicó Godoy.

Los trabajadores de la cooperativa creen que, tal vez, el dueño que fundió la empresa metió la cola en la negociación. “Blanco siempre fue cliente del HSBC. "Nosotros cobrábamos el sueldo a través del HSBC durante mucho tiempo. Después lo cobrábamos por otros bancos y hasta llegaron a pagarnos en la fábrica pero siempre en los recibos de sueldo figuraba como que nos pagaban vía el HSBC”, dijo López.

Nuevo diálogo

Antes de ayer, con el anuncio de la movilización que partirá desde la Federación Gráfica Bonaerense hasta la casa central del HSBC, Godoy recibió un llamado de otro abogado que retomó la negociación en nombre del banco: Gustavo Torassa, uno de los socios del estudio Bulló-Tassi-Estebenet-Lipera-Torassa. Le dijo que se habían equivocado al clausurar la negociación y que se podía llegar a un acuerdo.

Desde el HSBC aseguraron a esta agencia que “al banco le interesa llegar a un acuerdo” y que hoy presentarán un escrito ante el juzgado para “explicar que la negociación está abierta”. También le pedirán al juez Santicchia que les permita ingresar a la planta junto a los trabajadores para poder evaluar las condiciones operativas de la máquina y tasarla.

La máquina, que sive para hacer tapas, está sin funcionar desde que cerró la planta en diciembre pasado. El predio tiene una clausura judicial y los trabajadores acampan en la puerta para resguardar los bienes, en Virrey Liniers al 1.400, en el barrio porteño de Boedo. Por eso, el juez debe habilitar el ingreso para que avance la negociación.

Además, los trabajadores intentan iniciar un diálogo con el banco Galicia, que se negó a recibirlos y tiene la propiedad de una máquina que se utiliza para poner los mecanismos metálicos a los biblioratos. La otra conversación es con la sociedad de garantía recíproca Garantizar, que está conformada por los bancos Nación y Provincia.

PW