"Hay que mantener en un obstinado presente, con toda su sangre y su ignominia, algo que ya se está queriendo hacer entrar en el cómodo país del olvido", escribió Cortázar en 1981. El miércoles, en la ex ESMA, se le hará un homenaje por su militancia en la Comisión Argentina de Derechos Humanos.
"Desde luego, vivimos en una época en la que referirse al diablo parece cada vez más ingenuo o más tonto; y sin embargo es imposible enfrentar el hecho de las desapariciones sin que algo en nosotros sienta la presencia de un elemento infrahumano, de una fuerza que parece venir de las profundidades, de esos abismos donde inevitablemente la imaginación termina por situar a todos aquellos que han desaparecido".
Eso decía el escritor argentino Julio Cortázar en un Coloquio de París sobre la política de desaparición forzada de personas en Senado de la República Francesa a principios de 1981. Luego de leerlo, Cortázar le envió el texto original -escrito a máquina y con correcciones a mano- a Adelina Dematti de Alaye, la Madre de Plaza de Mayo que fotografió la búsqueda de su hijo y que también lo fotografió a él. Ese documento se puede descargar completo aquí.
Aquella fue una de las tantas intervenciones públicas de Cortázar contra la dictadura el argentina. El próximo miércoles se le hará un homenaje en el espacio de Memoria y Derechos Humanos de la ex ESMA, donde se recordará su militancia en la Comisión Argentina de Derechos Humanos (CADHU).
El reconocimiento está organizado por el Archivo Nacional de la Memoria, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, será a las 18.30 en el Salón Rodolfo Puiggros, avenida del Libertador 8151, Buenos Aires. Durante el acto se proyectará un video del acto de repudio a la dictadura cívico militar que realizó la CADHU en Madrid, España, al cumplirse un nuevo aniversario del golpe militar en 1981, con las exposiciones de Cortázar y del escritor uruguayo, entonces exiliado en ese país, Eduardo Galeano.
Participarán de la actividad el músico Juan Carlos "Tata" Cedrón, exiliado en Francia en esa época; Carlos González Gartland, directivo y co-fundador de CADHU; y Agustín Di Toffino, secretario ejecutivo del Consejo Federal de Derechos Humanos.
"Así, mirando tan sólo hechos aislados", sigue aquel texto de Cortázar, "¿quién podría olvidar la desaparición de la pequeña Clara Anahí Mariani, entre la de tantos otros niños y adolescentes que vivían fuera de la historia y de la política, sin la menor responsabilidad frente a los que ahora pretenden razones de orden y de soberanía nacional para justificar sus crímenes? ¿Quién olvida el destino de Silvia Corazza de Sánchez, la joven obrera cuya niña nació en la cárcel, y a la que llevaron meses después para que entregara la criatura a su abuela antes de hacerla desaparecer definitivamente? ¿Quién olvida el alucinante testimonio sobre el campo militar «La Perla» escrito por una sobreviviente, Graciela Susana Geuna, y publicado por la Comisión Argentina de Derechos Humanos?"
"Cito nombres al azar del recuerdo, imágenes aisladas de unas pocas lápidas en un interminable cementerio de sepultados en vida. Pero cada nombre vale por cien, por mil casos parecidos, que sólo se diferencian por los grados de crueldad, de esa monstruosa voluntad de exterminación que ya nada tiene que ver con la lucha abierta y sí en cambio con el aprovechamiento de la fuerza bruta, del anonimato y de las peores tendencias humanas convertidas en el placer de la tortura y de la vejación a seres indefensos".
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