Infojus Noticias

“Estoy harto. ¿Por qué me dan 30 años a mí?, ¿porque tengo apellido alemán, soy rubio y de ojos verdes?”, se preguntó William Schlenker en el final de la audiencia frente a los miembros de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal. Fue luego de que durante tres horas, su defensor y los de los otros cinco condenados por el crimen de Martín Gonzalo Acro, ocurrido en 2007 en el marco de una pelea entre facciones de la barra brava de River Plate, expusieran sus posiciones y pidieran que se revocaran las sentencias y los absolvieran. Los miembros de la Sala deberán decidir si hacen lugar a los pedidos o ratifican la sentencia, como pidió la querella.

William llegó al debate en libertad y se sentó en primera fila junto a su hermano Alan, también condenado a perpetua por el crimen y detenido por otro homicidio. Ariel "Colo" Luna, Rubén "Oveja" Pintos y Pablo "Cucaracha" Girón y Martín "Pluto" Lococo, son los otros condenados por el crimen. Hasta los tribunales federales de Comodoro Py Alan llegó esposado y con una custodia que no se movió de su lado durante toda la audiencia.

Los Schlenker fueron condenados en 2011 a cadena perpetua por el crimen de Acro, por el Tribunal Oral en lo Criminal 15, que también impuso la pena máxima a Luna, Pintos y Girón y le dio 10 años de prisión a Lococo. Todos eran miembros de la barra brava de River Plate, que desde un año antes del crimen vivía una feroz interna que ya había tenido varios hechos conflictivos.

William y Alan fueron condenados como “instigadores del crimen”,  Luna como “autor material”, Pintos y a Girón, como “coautores del asesinato”. Y  Martín "Pluto" Lococo recibió 10 años de prisión, como participe secundario del homicidio.

El crimen de Gonzalo Acro

Acro fue asesinado el 7 de agosto de 2007. Alrededor de las 23.10 de ese día, él y Osvaldo Gastón Matera fueron emboscados por un grupo de al menos cinco hombres en plena calle. Les dispararon cuatro veces, tres de los balazos impactaron en el cuerpo de Acro. Uno fue en la pierna y los otros dos en la cabeza. El ataque se produjo a la salida de un gimnasio en el barrio porteño de Villa Urquiza.

El diario de mañana

En la audiencia de hoy, frente a los jueces Gustavo Hornos, Ana María Figueroa y Luis Cabral, los hermanos Schlenker fueron los únicos condenados que estuvieron presentes. En representación de los otros  estuvieron sus abogados defensores. Por eso también se quejó William. “Somos seis imputados y solo estamos nosotros. Estoy harto. Siento injusticia”, agregó Schlenker en lo que por momentos parecía un berrinche. También se refirió al hecho de que al comienzo de la audiencia les habían tomado fotos los reporteros gráficos, “somos el diario de mañana”, se quejó.

La exposición de la defensa

Los principales puntos del debate de hoy giraron entorno de los indicios de la causa. El primero en hablar fue Sebastián Rodríguez, abogado defensor de Alan. Tras pedir que se revoque la sentencia contra su defendido, habló de violaciones a los derechos constitucionales, al derecho de defensa en juicio y al debido proceso. También hizo referencia a la “indeterminación del hecho” y apuntó a que gran parte de los indicios que se tomaron en cuenta para el juicio tuvieron que ver con las antenas de los teléfonos celulares y los entrecruzamientos que se produjeron. “No se ha descripto con detalles el hecho que se imputa”, aseguró. Y sobre esa indeterminación aseguró que llevó a una “afectación del derecho a defenderse”.

El abogado también aseguró que hubo arbitrariedad a la “hora de juzgar la prueba” y que el TOC  15 se basó en cuatro indicios. “Solicito que se haga lugar a las nulidades y se lo absuelva”, dijo.

En ese mismo sentido también fue Juan Martín Cerolini, defensor de William.  Cerolini atacó la utilización de los indicios que se usaron en el debate e hizo propios los fundamentos de Rodríguez. También consideró que “el debate no llevó a una certeza de lo sucedido” y que el Tribunal “no fue parcial”.

Los demás abogados defensores también pusieron el énfasis en las comunicaciones que se produjeron la noche del crimen y las anteriores, la eventual falta de precisión de estas y en las contradicciones  o vaguedades que argumentaron, habrían dicho los testigos presenciales del crimen.

La abogada querellante que representó a Romina Acro, hermana de Gonzalo, consideró que la sentencia del TOC 15 “es clara y precisa” y pidió que sea ratificada por la sala I.

Dos hermanos, dos perfiles

William está libertad. Tiene 34 años y contó que se dedica a administrar “inmuebles familiares” y “un garaje”. Vestido de impecable  traje oscuro aseguró: “Nunca toqué un peso de River”, dijo. Su hermano mayor había dicho lo mismo minutos antes, en una exposición en la que también pidió que “Dios ilumine a los señores jueces, al Tribunal”. A los 39 años, Alan luce algo más desprolijo que hace unos años. Con bombacha de campo, camisa a rayas, y sweater sin mangas, se  defendió y contó que tiene un bebé de dos años y medio, y que hasta su detención vivía en Córdoba, donde se dedicaba al campo y que “a pesar de todo” se había recibido en 2014 de ingeniero agrónomo. Dijo que vive “una gran pesadilla”.

Los hermanos coincidieron en resaltar que tenían licenciada de aviadores y que venían de una familia dedicada íntegramente a la aviación, que se habían criado en Belgrano y que el fallo del Tribunal 15 había sido “discriminatorio” contra ellos. 

La causa por el homicidio de Acro no es la única que tiene Alan Schlenker. El 6 de abril último, el Tribunal Oral en lo Criminal Seis (TOC6) de San Isidro lo condenó a 12 años de prisión por el crimen, en 2001, de Mario Alfredo Sanzi (19), alias "Gordo Popó", un supuesto vendedor de drogas. El TOC 6 de San Isidro, además, ordenó la "inmediata detención" del ex barrabrava.

CD/LC