La Sala IV de Casación no dio lugar a la solicitud de uno de los policías condenados por las torturas que terminaron con la vida de Demonty. El pedido fue realizado por el ex oficial Gustavo Somohano, uno de los principales responsables del grupo de uniformados imputados por el crimen.
La Cámara Federal de Casación Penal rechazó el pedido de salidas transitorias de uno de los policías condenados a perpetua por el crimen de Ezequiel Demonty. Hace once años, cinco policías de la comisaría 34 obligaron al joven de dieciocho años a tirarse al Riachuelo, donde murió ahogado. La Sala IV del tribunal penal no dio lugar a la solicitud de uno de los policías condenados por las torturas que desembocaron en la muerte de Demonty.
El pedido fue realizado por el ex oficial Gustavo Somohano, hijo de un ex jefe de la Bonaerense, y uno de los principales responsables del grupo de uniformados imputados por el hecho. Junto a Alfredo Ricardo Fornasari y Gabriel Alejandro Barrionuevo, fue condenado por los delitos de tortura seguida de muerte, privación abusiva de la libertad y torturas reiteradas. También fueron condenados Luis Emilio Funes y Luis Antonio Gutiérrez, aunque obtuvieron penas menores.
Los jueces que integran la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, y rechazaron la solicitud de Somohano, son Juan Carlos Gemignani, Mariano Hernán Borinsky y Gustavo M. Hornos. El tribunal que lo condenó a él y los otros policías es el Tribunal Oral en lo Criminal N 8, y su veredicto se conoció el 25 de octubre de 2004, dos años después del hecho.
“Gastón Javier Somohano no cumplió con los requisitos exigidos por la normativa para que proceda su incorporación al régimen de salidas transitorias”, explican los jueces en la resolución. Aclaran que el ex policía aún está en el marco de “la fase de confianza del régimen de progresividad del tratamiento penitenciario”, que no cumple con el requisito de haber cumplido un tiempo mínimo de la pena -que recién cumplirá el 20 de septiembre de 2017-, y que no recibió un dictamen favorable del Consejo Correccional del establecimiento penitenciario en el que se encuentra.
Demonty volvía a su casa, después de haber pasado la noche en la bailanta Panambí, de Constitución, junto a sus dos amigos y una chica llamada Gloria. Pero en el trayecto fueron interceptados por tres patrulleros de la Policía Federal, de los que descendieron varios policías y comenzaron a increparlos. A Gloria la dejaron ir porque dijo que estaba embarazada, pero a los tres jóvenes los obligaron a subir a los patrulleros y los llevaron frente al Puente Alsina. Allí los golpearon hasta cansarse, y los obligaron a meterse al Riachuelo y alejarse de la orilla.
La autopsia realizada sobre el cuerpo de Ezequiel Demonty demostró que su muerte se debió a la asfixia por inmersión, pero dos causas confluyeron para que no sobreviviera: no sabía nadar, y minutos antes había sido golpeado salvajemente por los policías, al igual que los dos amigos que lo acompañaban. Julio Ismael Paz logró cruzar hasta la otra orilla; Claudio, con catorce años, se aferró a una rama y se escondió entre los juncos.
Paz fue asesinado siete años después en Ciudad Oculta, donde apareció en el interior de un auto, en posición fetal y con tres tiros en la cabeza. Claudio, estuvo preso al menos dos años, entre 2008 y 2010, sin condena firme y por un delito menor, pero su historia nunca más fue contada.